Ritmo americano
Las bolsas europeas, la española entre ellas, aguantaron el peso de sus propios problemas justo el tiempo suficiente para que la salvación llegara del mismo sitio en que se inició el pequeño desastre, esto es, de Wall Street. Los altibajos de aquel mercado, a raíz de la subida de los tipos de interés, traen de cabeza a los inversores europeos que, además, deben hacer las cuentas sobre unos datos económicos similares en su evolución, pero diferentes en el tiempo, el único factor que ahora permite establecer referencias fiables entre unos mercados y otros.La apertura de estos mercados fue negativa, con caídas que superaban el 1 %, cifra que para la Bolsa española fue del 0,68% en el peor momento del día. La apertura al alza de Wall Street hizo cambiar el tono de los mercados que aún podían permitírselo, lo que significa una segunda incursión del factor tiempo, esta vez a muy corto plazo, en el acontecer de la Bolsa. Francfort pierde un 1,04% por cerrar al mediodía, mientras que Londres bajaba el 0,32% y París terminaba ganando un 0,12%. En el momento del cierre del mercado español, el Dow Jones ganaba 23 puntos (25,89 puntos al final de la sesión).
El mercado no pudo sustraerse a la inercia general y, tras comenzar perdiendo 2,42 puntos terminaba la sesión con una cesión de sólo 58 centésimas, el 0, 16%. El volumen negociado fue de 32.246 millones de pesetas efectivas, con una concentración menor de la habitual. El Ibex 35 pierde el 0,2%. Al cierre de esta sesión, la atención se centraba en la próxima reunión del Bundesbank, en la que se espera que pondere el incremento del paro y el descenso de la inflación en Alemania.
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