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Las dos caras de la Luna

Guardiola demostró su talento y encabezó la reacción del equipo español

Entró Guardiola y todo cambió. El centrocampista del Barça tiene la virtud de imponer su estilo por encima de cualquier otra consideración. La pelota en el suelo, el juego tranquilo, las vías de pase. Es una manera de interpretar el fútbol. Se toma o se deja. Con Guardiola no caben términos medios. Después de una pobre primera parte, la selección entregó los papeles a Guardiola, que respondió con su agudeza de costumbre. Alrededor de su talento aparecieron un puñado de jugadores de clase, como Juanele o Begiristain. Fue otro equipo y otra idea. La otra cara de la Luna. La selección conectó durante 45 minutos con los aficionados, que vibraron en varios momentos a pesar del empate.Clemente puso dos equipos en Tenerife. En la primera parte presentó su manual clásico, arbitrado por sus jugadores predilectos. En el medio estaban Hierro y Nadal. Delante, Salinas en solitario. Era un equipo de kilos y centímetros, esforzado y sin clase. En el segundo tiempo llegó Guardiola y luego Juanele, y Begiristain, cuya presencia. es una garantía de autoridad con la pelota, incluso en sus momentos más débiles, y éste parece uno de ellos. El público dictó su veredicto de forma estruendosa. Se aburrió en el primer tiempo y tiró cohetes en la segunda. No le importó el resultado, entre otras cosas porque la victoria estuvo mucho más cerca del equipo español cuando Guardiola tomó el mando de las operaciones y siguió el libreto que le ha convertido en la quintaesencia del medio centro.

La noche comenzó con una mala noticia, la muerte del padre del debutante Chano. El jugador recibió la noticia momentos antes del encuentro por boca de Clemente y del presidente de la federación, Angel María Villar. Chano lloró en el vestuario, pero decidió jugar, en un gesto que conmovió a sus compañeros y a los aficionados. Clemente descubrió ayer algunas cosas en su equipo y desechó otras. Lo más peculiar fue la ubicación de Chano en el primer tiempo. Como lateral en ocasiones o central en otras, Chano perdió el hilo del partido. Es un futbolista dotado para otras cosas. Imaginativo y con recursos, el valor de Chano está en el centro del campo. El gol del empate de los polacos se produjo por su carencia de habilidades defensivas. En la segundo parte ocupó su espacio natural y fue uno de los mejores. Conectó con la onda que enviaba Guardiola y conquistó la banda derecha con autoridad.

Lo único meritorio del primer tiempo fue la acción de Salinas en el gol español, una jugada que le reivindicó como futbolista. Pero esa gota de fútbol no fue nada en comparación con la marejada que levantó Guardiola en el segundo periodo. La selección española cogió la pelota y no la dejó hasta el pitido final. Los polacos, que habían apuntado cosas interesantes, se derrumbaron ante la explosión de fútbol de los locales, que abrieron una puerta a la esperanza.

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