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Botín afirma que el Banco Santander estudia la compra de Banesto "solo o con otros bancos"

Miguel Ángel Noceda

"Esto parece la junta general de Banesto". Esta frase jocosa de Emilio Botín resume lo que fue ayer la junta general de accionistas del Banco Santander, que él preside. Fue, el propio Botín el que despertó el interés al informar a los accionistas del banco que el Santander estudia la adquisición de Banesto, en lo que se convierte en la primera apuesta formal por este banco. Botín ha encargado varios informes para valorar la adquisición. El Santander hará la operación siempre que sea rentable, no frene los planes de expansión internacional y "no contamine su cuenta de resultados".

"Estamos estudiando con el mayor detalle y atención la conveniencia para nuestra entidad de hacer una oferta de subasta", dijo Botín nada más comenzar su discurso a los accionistas. "Pueden estar seguros", recalcó, "que cualquier decisión que tomemos estará guiada única y exclusivamente por lo que ha sido siempre nuestra filosofía: la rentabilidad del Santander y, por tanto, de ustedes, nuestros accionistas".En cualquier caso, Botín se mostró optimista sobre la rentabilidad de la operación y, en ese sentido, subrayó que el adelanto de los informes que ha encargado apuntan a que Banesto podrá dar dividendo en tres ejercicios. Para Botín, además, "el sacrificio que el saneamiento de Banesto representa, aunque duro, es perfectamente asumible por la banca y no afecta a su solvencia o su rentabilidad". Con esta frase, dirigida a los accionistas, el propio Botín estaba aclarando las posibles dudas planteadas sobre la rentabilidad de comprar Banesto.

El presidente de la entidad cántabra calificó el plan de saneamiento de Banesto de equilibrado y aclaró que el Santander "está abierto a ir solo o acompañado de otras entidades a la adquisición de Banesto" en la subasta al mejor postor que hará el Fondo de Garantía de Depósitos tras suscribir la ampliación de capital de Banesto.

Plan o liquidación

Botín se mostró partidario de mantener la marca Banesto y su tradición, pero subrayó reiteradamente que cualquier decisión está pendiente de lo que decida la junta general de accionistas de este banco, prevista para el 26 de marzo. "Si los accionistas de Banesto no aprueban el plan de saneamiento, el banco tendrá que liquidarse". El presidente del Santander aseguró desconocer si se va a respetar el derecho de suscripción preferente de los actuales accionistas y atajó la posible sugerencia por parte del Banco de España de que el Santander compre de forma tajante: "El Banco de España no sugiere, manda".

Botín apoyó la labor del Banco de España en la intervención de Banesto, tanto "por el momento como por la cautela con que ha actuado". También dijo que el Santander ha prestado toda la colaboración que se le ha solicitado y que está dispuesto a aportar más ayuda "por un principio básico de solidaridad en defensa con los intereses generales del país". Dijo, asimismo, que se ha actuado con rapidez y que la banca española ha sabido dar una respuesta equilibrada.

Pidió, no obstante, la misma rapidez y transparencia que ha habido hasta ahora para llegar a la subasta de Banesto. "Así se despejará cualquier incógnita sobre la entidad o entidades con capacidad y solvencia que asegurarán el futuro de Banesto".

Aunque en ningún momento quiso valorar la actuación del anterior equipo gestor de Banesto, presidido por Mario Conde, en el discurso a los accionistas quedó latente una mención indirecta al ex presidente de Banesto. "La banca es un negocio difícil, hecho de prudencia y de paciencia, en el que no se puede nunca bajar la guardia", subrayó Botín. "Cuando se habla de beneficios no se tiene debidamente en cuenta los riesgos en que la banca, por naturaleza, incurre y que una buena gestión, la existencia de una buena base de capital y de amplias provisiones son requisitos esenciales para superar con éxito los inevitables problemas de una situación económica difícil".

También se quejó Emilio Botín de su colega Luis Valls, copresidente del Banco Popular: "Me ha molestado mucho y así se lo he dicho a él personalmente que sacara en la prensa esos comentarios". Botín se refería a las manifestaciones hechas por Valls sobre el interés del propio Santander, BBV y Argentaria por quedarse con Banesto.

El beneficio consolidado aumento un 12,15% en 1993

La junta de ayer fue excepcional para el Banco Santander por dos cosas. Primero, porque era la primera en la que no estaba sentado el patriarca del banco, Emilio Botín-Sanz de Sautuola López, fallecido el pasado mes de septiembre. Segundo, porque en un año de crisis y tras la ralentización del año anterior, el grupo aumentó sus beneficios consolidados, después de impuestos y minoritarios, un 12,15% sobre 1992, alcanzado 66.381 millones. El beneficio neto (incluido minoritarios) fue de 77.987 millones de pesetas, un 17,89% más que en 1992. El presente ejercicio será todavía mejor, según aseguró Emilio Botín.El Santander basará su crecimiento en continuar una política comercial muy agresiva ("aunque conteniendo gastos en publicidad", según el consejero-delegado Rodrigo Echenique), expansión internacional y en la diversificación. El dividendo del ejercicio de 1993 asciente a 292 pesetas por acción (32 más que en 1992).

La actividad del Banco Santander se reflejó en el importante aumento del margen financiero (19,30%), que llegó. a 242.622 millones. El margen operacional, en el que se incluyen los resultados de otras actividades ordinarias, creció un 16,77% para situarse en 318.150 millones. Los gastos totales llegaron a 180.000 millones, un 19,91% más que el año anterior. Como consecuencia, el resultado de explotación fue de 137.617, casi el 13% más.

El presidente del Santander destacó la evolución del banco en los últimos cinco años: aumento de cerca del 50% de los recursos propios (de 237.000 a 352.000 millones); incremento en un 126% de los fondos para cobertura, riesgos y provisiones, principalmente para morosidad, que han pasado de 157.000 a 355.000; aumento anual acumulativo del 15,5% de los beneficios netos alcanzando más de 302.000 millones e incremento del dividendo desde 185 pesetas a 292 pesetas. La cobertura para insolvencias en 1993 era del 104,5%.

Uno de los puntos que más incidencia va a hacer el banco es en la expansión intemacional, que en los últimos años ha pasado de representar un 15% de los beneficios logrados. en 1989 al 42% en 1993. El objetivo del grupo es que los beneficios conseguidos en el exterior sean el 50% del total. Asimismo, el banco quiere que el negocio de banca al por menor y el de banca de negocios se repartan en un 50%.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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