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El partido de Kohl critica con una dureza inusual a los socialdemócratas alemanes

La Union Cristiana Democrática (CDU) del canciller Helmut Kohl, a la que los sondeos auguran un severo retroceso en las elecciones generales que se celebrarán el próximo 16 de octubre, ha comenzado su campaña atacando con una dureza inusual al Partido Socialdemócrata (SPD). Los socialdemócratas aparecen a la cabeza de todas las encuestas publicadas.El portavoz del Gobierno alemán, Dieter Vogel, confirmó ayer la fecha de los comicios, que será ratificada formalmente en la reunión del Gobierno del próximo día 9. Los partidos han decidido prescindir de las formalidades para comenzar la que, según el presidente del SPD, Rudolf Sharping, será "la campaña más sucia de la historia de Alemania". Sharping, que aspira a convertirse en el primer canciller socialdemócrata tras 12 años de gobierno de Helmut Kohl, asegura no sentirse impresionado por las primeras escaramuzas.

El fuego se abrió con las acusaciones de la viuda del ex canciller Willy Brandt, Brigitte Seebacher-Brandt, de que miembros del partido socialdemócrata provocaron la caída de su marido en 1972. Aunque la viuda de Brandt es miembro del SPD, algunos compañeros de partido no dudaron en acusarla públicamente de hacer campaña a favor de la CDU.

Ahora es la propia CDU la que recupera el protagonismo con acusaciones de que los socialdemócratas tienen un pasado abominable. Las últimas bombas han sido halladas por los conservadores en los archivos de la Stasi, los servicios de espionaje de la ex RDA. En ellos, la CDU asegura haber encontrado documentos que prueban que el candidato a presidente del SPD, Johannes Rau, buscó el apoyo del Gobierno comunista de Alemania del Este para la campaña electoral de 1987.

El líder del grupo parlamentario de la CDU, Wolfgang Schauble, ha puesto más munición al afirmar que el SPI) consiguió derrotar una moción de censura contra Willy Brant, en 1972, gracias a sobornos pagados con dinero del desaparecido régimen comunista del Este.

Los partidos del actual Gobierno conservador parecen convencidos de que si con esta campaña no reducen la distancia que los separa de los socialdemócratas al menos podrán hacer fracasar la candidatura de Rau para el cargo de presidente federal. Un sondeo de la revista Die Woche indica que si las elecciones se hubieran celebrado el domingo pasado, la actual coalición de gobierno, sólo habría conseguido el 40% de los votos. Los socialdemócratas, en solitario, habrían alcanzado el 43%.

Por otro lado, siete alemanes resultaron heridos, dos de ellos grave si, como consecuencia de tres ataques separados perpetrados por grupos de extrema derecha en Goerlitz, Bohrau y Senftenberg, poblaciones de la antigua Alemania del Este.

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