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BALONCESTO - LIGA EUROPEA

Terapia para el madridismo

El equipo de Luyk se tomó la revancha ante un patético campeón de Europa

Andaba el aficionado madridista desFlorando la margarita, aún convaleciente, del nuevo roto producido por el Tenerife cuando llegó el Limoges dispuesto a prolongar la penitencia. Los dos partidos tenían tintes parecidos. Enfrente de una camiseta blanca estaban los equipos que representan las más dolorosas pesadillas vividas por el Madrid en los últimos tiempos. En los banquillos rivales, dos prestigiosos entrenadores con sus particulares y truculentas historias (aunque en eso se llevaba la palma Valdano). Pero Dios (o los hados, como se prefiera) aprieta, pero no ahoga. Lo que el martes fueron llantos, crujir de dientes e insomnio, se convirtió 24 horas más tarde en una auténtica exaltación colectiva y los aficionados blancos pudieron olvidar durante cuarenta minutos sus actuales miserias futbolísticas.El partido, como tal, no llegó a serlo salvo en los primeros minutos, aquellos en los que el Limoges marcó la pauta de los acontecimientos, o sea, que consiguió que hubiese mucho contacto y poco baloncesto. El del marcador echaba cabezaditas entre canasta y canasta (17-15, minuto 14), y los espectadores tenían demasiado tiempo para acordarse de Martín Navarrete, Mendoza, el césped del Bernabéu o lo que fuese. Para no perder el hilo, optaron por montársela a unos colegiados dispuestos a que ambos equipos acabasen con 3 o 4 hombres en la cancha. Mimetismo creo que se llama.

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Cuando se pudo comprobar que Michael Young tenía la mano torcida (una canasta en sus primeros 10 lanzamientos) y debía compartir el oxígeno con Santos y García Coll, el resultado se convirtió en una ecuación de primer grado. O Young afinaba puntería, o ni el peor partido de la historia del Real Madrid les podía salvar. Para respiro del respetable, ocurrió al revés. El que puso en orden sus neuronas fue el Madrid, y el que hizo el peor partido de su vida fueron al unísono Young y el Limoges. La telaraña alrededor de Sabonis marca Maljkovic se trasladó al aro propiedad del Real Madrid y allí no había francés que la embocase.

No están los tiempos en Madrid para dejar pasar las oportunidades, y éstas se sucedían sin parar con la completa complicidad del Limoges, que entregó el partido en cuanto la diferencia traspasó los límites permitidos por un equipo al que le cuesta lo que no está escrito el meter dos canastas consecutivas. Y eso fue allá por el minuto 21 (37-20). La inoperancia francesa, unida a las ansias de revancha de jugadores madridistas y público en general, convirtió los últimos 20 minutos en una exhibición sin precedentes. Filigranas por aquí, lujo asiático por allá. Pases por la espalda, contraataques que acababan bien, machaques de Arlauckas, puntos y rebotes a granel de Sabonis y algarabía generalizada. Perfecta terapia de grupo.

Al final, con el Madrid exultante y el Limoges abochornado, todos se fueron a casa. Unos, los jugadores blancos, clasificados para los cuartos de final. El resto, a cenar. En medio del mogollón de salida, una señora se preguntaba: ¿No se podría jugar el partido del sábado ante el Deportivo en el Palacio?

El Joventut, hoy

El 7UP Joventut, por su parte, pretende resolver hoy por la vía rápida una liguilla europea que se le ha atravesado más de la cuenta. Para evitar apuros de última hora debe imponerse (20.00) al Panathinaikos y rematar la faena la próxima jornada ante el Pau Orthez, farolillo rojo del grupo B. De ser así, los badaloneses podrían luchar por uno de los dos primeros puestos que dan la ventaja del factor campo en la siguiente fase, contra Benfica y Efes.El Panathinaikos se sustenta sobre las acciones de Gallis y Volkov, dos de los mejores jugadores europeos de los últimos años. El cañonero griego ya fue decisivo en el varapalo que sufrió en la primera vuelta el Joventut, cuando perdió en Atenas por 85-61. Gallis anotó entonces 30 puntos. El Panathinaikos cuenta con un quinteto de enorme calidad, pero el banquillo baja mucho. Para los rebotes cuenta con el serbio, Vrankovic, de base el internacional Patavoukas y de ala-pívot Alvertis.

Hoy se juega el resto de la la jornada de la Liga Europea: Guilford-Bayer Leverkusen (grupo A) y Clear-Efes, Orthez-Cibona y Bolonia-Benfica (B).

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