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La Complutense abre un cursillo de ballet de tres meses

La cátedra de ballet de la Universidad Complutense de Madrid, que lleva el nombre de la bailarina cubana Alicia Alonso, comenzará el día 1 de febrero un cursillo de tres meses en sustitución de los cursos regulares del título propio, que debieron comenzar el pasado mes de noviembre.Después de ser pospuesto su comienzo en dos ocasiones por razones técnicas (terminación de las nuevas instalaciones en el antiguo rectorado y acuerdos con la plantilla de profesores), la cátedra tendrá por ahora un funcionamiento temporal fuera del recinto universitario.

La Facultad de Bellas Artes ha alquilado sus instalaciones a la escuela Duque, en la calle de Cea Bermúdez, por 500.000 pesetas al mes. El coste de la matrícula es de 200.000 pesetas por alumno, y serán admitidos un máximo de 40 discípulos, que accederán mediante un examen práctico de selección. Será requisito indispensable tener aprobado el COU. Está previsto otorgar un total de 10 becas. El coste total del curso supera los 12 millones de pesetas.

Fuentes de la Universidad Complutense han asegurado a este periódico que se trata de una solución temporal hasta que esa casa de estudios defina un programa perspectivo en la especialidad, que será único en España.

El cursillo, dividido en dos grupos de mañana y tarde, estará dirigido por la propia Alicia Alonso, -y otorgará a su conclusión un diploma-certificado sin validez académica alguna.

Los maestros son miembros del Ballet Nacional de Cuba contratados al efecto por la universidad y entre ellos se encuentran Joaquín Banegas y Silvia Mar¡chal. Otras fuentes señalan que Alonso estará presente sólo las dos primeras semanas y que regresará a La Habana (Cuba) a mediados de febrero.

Un ballet de cámara

Entre los proyectos perspectivos para la danza de la Universidad Complutense está continuar con los cursos de verano en El Escorial y la creación de un ballet de cámara para bailarines españoles y de la Unión Europea, además de impulsar la investigación teórica, lo que daría un carácter pionero a la iniciativa puesta en marcha hace unos 18 meses por el rector Gustavo Villapalos.La cátedra de ballet Alicia Alonso fue en un principio muy contestada por la profesión ante la ausencia de maestros españoles. Se criticó lo que parecía una implantación forzosa de la escuela cubana de ballet en Madrid. Solamente apareció en el proyecto inicial Mariemma, para impartir unos breves seminarios, pero este extremo fue enseguida matizado por las autoridades universitarias de la Complutense.

Posteriormente, en un intento por subsanar el error, se barajó invitar a figuras de la categoría de María de Ávila, decana de los maestros españoles de ballet clásico, quien aún no ha aceptado participar en este proyecto.

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