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LA HUELGA DEL 27-E

Policía contra silicona

Temor a que grupos violentos bloqueen las cerraduras y el transporte

Primero, los huelguistas. Después, los delincuentes. El próximo 27, la policía estará dedicada a garantizar la tranquilidad de la jornada. La persecución de los chorizos quedará aparcada durante unas horas. Madrid amanecerá tomada por la policía: en la calle habrá un agente por cada mil ciudadanos. "Nuestra principal preocupación es que funcionen los transportes", afirma un mando de las fuerzas de Seguridad del Estado. El ministro Antoni Asunción, sin embargo, no les ha dado aún ninguna instrucción de cómo deben actuar.Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao, Valladolid, La Coruña y Las Palmas son las ciudades que más inquietan a Interior de cara al 27-E. Pero, sobre todo, la primera capital: "Es una inmensa caja de resonancia y el espejo del resto de España", argumenta un alto responsable policial.

En Madrid habrá 1.200 agentes antidisturbiós -la mitad traídos desde otros puntos-, que actuarán como principal fuerza de choque contra los alborotadores. Con ellos estarán, otros 3.000 funcionarios robados a las comisarías locales y de distrito, donde sólo se quedarán los de la inspección de guardia y los encargados de proteger el edificio. "Con toda esa gente se puede tomar Madrid", señala José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Lo que no se sabe es si los chorizos se sumarán o no a la convocatoria de huelga. En cualquier caso, es previsible que el 27-E también se produzcan atracos, robos, tirones, accidentes y reyertas. "Hombre, eso no podemos descuidarlo... Habrá que mantener el servicio de actuación inmediata contra la delincuencia", dice el jefe superior de Policía de Madrid, Manuel García Linarejos. Para ocuparse de ello, están los 60 radiopatrullas del 091. No obstante, es previsible que buena parte de su trabajo del próximo jueves consista más en informar de la marcha de la huelga que en cazar a rateros.

Las brigadas de Información de toda España tienen la misión de recorrer los puntos calientes de las ciudades para controlar los movimientos de los huelguistas y alertar contra grupos violentos. Los inspectores que integran estas unidades se verán obligados a olvidarse por unas horas del terrorismo para volcarse en la detección de piquetes violentos.

Una de las principales preocupaciones de Interior son los grupos radicales que intentarán reventar la huelga causando desórdenes y altercados. "Sabemos que ya están preparando acciones diversos grupúsculos que no tienen nada que ver con los sindicatos convocantes; nuestro deberes impedirlo", afirma un jefe policial.

Según las fuentes informantes, el éxito o el fracaso de la huelga depende en gran medida de que funcionen o no los servicios de transporte. Por eso, la policía, la Guardia Civil, la Policía Municipal y las policías autonómicas tienen la orden de garantizar que los ciudadanos puedan usar el metro, los trenes y los autobuses.

El despliegue policial hará que nadie pueda entrar o salir de las bocas del metro, los mercados centrales, los polígonos industriales, los hipermercados y los grandes almacenes sin tropezar con un grupo de uniformados, provistos de casco, porra y demás artilugios antidisturbios. No en vano, esos puntos son los que más inquietan a Interior.

- El comisario general de Seguridad Ciudadana, José Antonio Díaz Tuesta, tiene previsto supervisar en persona la puesta en marcha del despliegue policial durante la noche del miércoles. A esa hora, aprovechando la oscuridad, se teme que empiecen a actuar en Madrid grupos de saboteadores provistos de un arma tan temible como eficaz: la silicona. Con esta sustancia intentarán sellar las cerraduras de comercios y fábricas para impedir su apertura.

Los cuerpos de seguridad del Estado están trabajando todavía en el plan del plan 27-E, que no tendrán ultimado hasta el próximo lunes. Por el momento, el ministro del Interior, Antoni Asunción, no ha cursado ninguna circular a sus subordinados para transmitirles la filosofía que quiere que impere en el trabajo policial.

"Nadie nos ha dicho nada. Nosotros partimos de la base de que la huelga es sagrada, que los que quieren trabajar son sagrados, que los servicios, mínimos son sagrados y que los piquetes informativos son sagrados. Pero sólo los realmente informativos ¿eh?", aclara un comisario.

Empresarios y piquetes

Los piquetes informativos son la bestia negra de los empresarios en las huelgas. Aunque no originen ningún altercado. Los patronos creen que la simple presencia de 20 o 30 huelguistas a las puertas de su fábrica o su comercio es un instrumento coactivo para los obreros que quieren trabajar."Si no causan incidentes, yo creo que los policías, tienen que limitarse a identificar a los integrantes del piquete, sin detenerles ni retenerles. Y si el empresario opina que están coaccionando a los demás trabajadores, lo que debe hacer es presentar denuncia en comisaría" afirma el secretario general del SUP.

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