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Una indemnización millonaria

El anuncio de posibles acciones legales contra Juan Antonio Díaz Álvarez es absolutamente desconocido por el consejo de Seat, según explicaron ayer mismo a este diario fuentes eje cutivas del grupo. Medios próximos al grupo automovilístico consideran que cualquier ata que contra el anterior presiden te puede ser consecuencia, entre otras cosas, de una contienda mucho más trascendental desatada por el actual presidente de Volkswagen, Ferdinand Piëch, contra el equipo de su antecesor en el cargo, Carhl Hann. Fue Hann quien confirmó a Díaz Álvarez en el cargo y le promocionó como miembro del sanedrín del grupo, el comité ejecutivo del consorcio, con lo que le convirtió en el primer y único español que ha o cupado este cargo.Cuando la apuesta por Seat desembocaba en el estallido de la crisis, el consorcio alemán se hallaba enzarzado en una contienda legal con General Motors provocada por el polémico fichaje de Ignacio López de Arriortúa. "Abrir otro frente no tiene lógica, y menos en España, cuando el actual presidente de Seat, Juan Llorens, ha conseguido que la opinión empiece a pensar en la producción de coches más que en la crisis", señalan los medios consultados.

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Juan Antonio Díaz Álvarez tenía, cuando dejó Seat, una indemnización millonaria que fuentes de la empresa cifran en 400 millones de pesetas. Un año antes había renovado su contrato por cuatro años, según las mismas fuentes. Aún le quedaban tres anos por delante cuando Piëch le obligó a irse a casa. Desde su salida de Seat, Díaz Álvarez ha optado por mantener un silencio total.

En el comité ejecutivo de Volkswagen, Díaz Alvarez hizo amistad con otro miembro de este órgano: Dieter UlIsperger, responsable mundial de finanzas de Volkswagen. Cuando a partir de 1992 la situación de Seat empieza a empeorar, el director financiero de Seat, el alemán Everhard Müller, le advierte de la situación, pero Díaz Álvarez no hace caso y no informa a Volkswagen. Ullsperger es despedido en mayo del año pasado, poco antes de la crisis de Seat, mientras Díaz Álvarez jubila anticipadamente a Müller a los 59 años un mes después. La situación estalla en septiembre. Los alemanes han terminado con la autonomía financiera de Seat. Su control de las finanzas es total a través de Roland Schober.

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