La conspiración del hielo
Escándalo en EE UU por la detención de tres sospechosos cercanos a la rival de la agredida Nancy Kerrigan
La teoría de la conspiración en la agresión a la patinadora estadounidense Nancy Kerrigan ha cobrado cuerpo con la detención de tres sospechosos de participar en el incidente. Los detenidos son tres hombres relacionados con otra patinadora, Tonya Harding, rival de Kerrigan en la pugna por una plaza en el equipo olímpico norteamericano en los próximos Juegos Olímpicos de invierno en Lillehammer. El escándalo tiene todos los ingredientes de un folletín, una historia de violencia y ambición que ha provocado la estupefacción en el circuito deportivo de Estados Unidos.Tras una investigación que desvela aspectos cada vez más sorprendentes, la policía detuvo en primer lugar a Shawn Eckardt, guardaespaldas de Tonya Harding, y a Derrick Smith. Los dos fueron trasladados a una prisión de Portland (Oregón), acusados de conspirar en la agresión a Kerrigan. La patinadora fue atacada por un hombre que la golpeó en una de sus rodillas con una barra de hierro. De esta manera, se buscaba una lesión que impidiera a la patinadora ganarse un puesto en el equipo olímpico. A última hora de la tarde de ayer, también fue detenido Shane Stant, de 22 años, presunto autor del ataque.
El círculo comienza a cerrarse alrededor del entorno personal y familiar de Tonya Harding, principal beneficiada en el caso de la ausencia de Nancy Kerrigan de las pruebas de selección. Varias figuras del deporte estadounidense y algunos de los comentaristas más prestigiosos han pedido a Harding que se retire del equipo olímpico. Sin embargo, directivos del Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) han confirmado que Tonya Harding permanece en el equipo y que está libre de sospechas en el caso. "Sí, ella continúa con nosotros", declaró Kristín Matta, portavoz del USOC.
Las primeras filtraciones del caso complican la situación de Harding. El diario The Oregonian publicaba ayer que Eckardt, el guardaespaldas de Harding, había acusado a Jeff Gillooly, ex marido de Tonya Harding, de preparar la agresión. Eckardt dice que contactó posteriormente con Derrick Smith, y éste contrató a Shane Stant para atacar a Nancy Kerrigan el pasado seis de enero. Smith y Stant tienen una relación de parentesco. The Oregonian informaba ayer que varios vecinos de ambos les recuerdan como aficionados a las técnicas de supervivencia y las prácticas paramilitares. Si resultan declarados culpables, los tres detenidos pueden ser condenados a un máximo de 10 años de prisión y a una multa de 100.000 dólares (unos 14 millones de pesetas).
La policía aclaró ayer que hasta el momento no se ha dispuesto ningún cargo contra Tonya Harding. Mientras tanto Nancy Kerrigan ha iniciado el proceso de recuperación y se espera que pueda volver a patinar la próxima semana. Los médicos creen que sus esperanzas de recuperación son elevadas, a pesar de la intensidad del golpe que recibió.
Kerrigan se muestra conmocionada por el rumbo que ha tomado el caso, Aunque dispuesta a participar en los Juegos Olímpicos de Lillehammer, los especialistas consideran que la patinadora puede sufrir los efectos de la tensión emocional de las últimas jornadas. Y al fondo, aparece la posibilidad de que Nancy Kerrigan y Tonya Harding sean compañeras en el equipo norteamericano, con la carga de morbo que tiene el asunto. "No creo que pueda comprender nunca este incidente, no puedo pensar tan mal de la gente", declaró Kerrigan cuando le preguntaron por el arresto de las tres personas relacionadas con Tonya Harding.
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