Una batalla sin concesiones por el voto de los delegados

La batalla entre renovadores y guerristas del PSOE por la elección de los 891 delegados al congreso federal del próximo marzo, que culmina este fin de mes, presenta uno de sus mayoresencarnizamientos en Andalucía. Ambas facciones sé han cruzado allí acusaciones , en muchos casos con fundamento, de utilizar el poder de las instituciones para conseguir los votos de los delegados. El furor de la pelea andaluza radica en que esta región aporta casi la cuarta parte de los delegados al congreso federal de marzo y, además, es donde se produce un equilibrio más ajustado entre las fuerzas de la renovación y las de los seguidores del vicesecretario general del partido. La difusión por los renovadores de un manifiesto de apoyo a Manuel Chaves ha servido en las últimas semanas para congregar a las diversas corrientes antiguerristas de esta comunidad.La victoria de los renovadores en estas primarias de enero se da por descontada si se tiene en cuenta que, junto al equilibrio andaluz, otras federaciones de mucho peso como la valenciana, la catalana o la castellano-manchega -segunda, tercera y cuarta en representación, respectivamente-, están decantadas por la renovación. Pero lo que se dirime ahora es el peso relativo de un guerrismo que parece ya condenado a ser minoritario en el futuro del partido socialista. o dicho de otra forma: un resultado abultado del guerrismo obligará a Felipe González, que quiere tener las manos libres, a pactar con Alfonso Guerra.