El fuego arrasa un piso de Vallecas y una casa modular de San Blas

Los vecinos del portal segundo C de la calle de la Sierra del Pedroso, en el Puente de Vallecas, todavía tienen el miedo metido en el cuerpo. Sobre las dos de la madrugada de ayer, un incendio arrasó el piso bajo izquierda, habitado por un octogenario, que salió ileso. No hubo heridos, pero la escalera y varias viviendas han quedado tiznadas por el humo.Pocas horas después, a las ocho de la mañana, otro incendio destruía una de las viviendas modulares del poblado de la avenida de Guadalajara, en San Blas. Sus ocupantes, una mujer con sus tres hijos, no sufrieron daños. Se desconocen por ahora las causas de ambos siniestros.

Los vecinos del bloque de Vallecas temían algo así desde hace tiempo. Hace un mes, los bomberos tuvieron que acudir a la misma vivienda para sofocar otro fuego de menor intensidad. "En el piso vive un anciano que acumula papeles y trastos y que ve y oye mal", explican. "Es un peligro que resida aquí solo; ya se lo hemos dicho a sus hijos, pero uno vive en el extranjero y la otra tiene serios problemas familiares", añaden.

José Manuel Hernández, del bajo derecha, explica que el anciano acudió a su piso en busca de ayuda. "El fuego era ya muy fuerte, quizá lo intentó sofocar antes de que nos enterásemos, pero no pudo y avisamos a los bomberos, que llegaron enseguida". "Él me dijo que las llamas habían surgido de un brasero", añade.

Las vecinas del piso superior al siniestrado vieron las lenguas de fuego y, asustadas, decidieron saltar desde su balcón a la calle, una altura superior a los dos metros. El humo se propagó a través del hueco de la escalera e invadió los domicilios.

El bloque pertenece a la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), y fue construido hace casi cuarenta años. Son pisos muy modestos que pertenecen a la colonia de Nuestra Señora de Los Ángeles, muy deteriorada y en proceso de remodelación.

"Mamá, humo"

Emilia, una madre de familia de 28 años, dormía plácidamente cuando, hacia las ocho de la mañana, comenzó el fuego en su caseta de la avenida de Guadalajara. Le avisó Francis, su hijo, de cinco años. Tiene otros dos críos, de seis y tres años. "Mamá, mamá, que hay humo por toda la casa', me dijo, y pudimos salir todos a la calle", explica. El incendio comenzó en la habitación de su cuñado, que vivía con ellos hasta hace seis meses." Yo creo que el fuego lo produjo un cortocircuito, pero hay quien dice que fue intencionado, que alguien me quiere mal, no sé qué pensar", añade la mujer. "Llevo aquí cinco años y no he tenido grandes trifulcas con nadie ni he recibido amenazas", concluye. Desde el siniestro permanecen con sus parientes.

Esta barriada fue levantada en 1981 con carácter provisional. Pero sigue con graves problemas de paro, analfabetismo y tráfico de drogas.