Los españoles ya conocen el París-Dakar de cerca
En una buena parte de España ya conocen el Rally París Dakar por algo más que por lo que cuentan los periódicos. Ayer, la caravana de coches, motos y camiones que participan en una de las carreras más famosas del mundo recorrió el país de norte a sur, y en pequeñas dosis. Lo hizo con retraso, sin prisas y bajo la atenta mirada de la Guardia Civil. Tenían prohibido sobrepasar el límite de velocidad.El recorrido de la etapa, al no ser cronometrado, no tuvo consecuencias en la clasificación. Hoy se disputarán, en los alrededores de la capital andaluza, dos sectores cronometrados, que sí contarán para definir el orden de salida en la etapa de mañana, la primera en África. Ayer por la mañana, en Burdeos, la prueba fue un fiasco. Se suspendió la de motos y sólo terminaron 21 coches.
El comandante responsable de la Guardia Civil de Tráfico de Aranda de Duero aseguraba, por ejemplo, no haber recibido instrucciones especiales. "Eso sí", explicaba, "estaremos atentos a cualquier cosa extraña".
La organización había citado a los participantes en el circuito del Jarama a las cinco de la tarde, donde se desarrollaría un tramo cronometrado. Ésa fue su única orden. A partir de ahí, cada corredor podía hacer lo que quisiera. Las motos, además, no tenían por qué circular. Podían ir en camiones.
Entre los vehículos de cuatro ruedas, sólo 21 pudieron completar el tramo de Burdeos, aunque acortado a cuatro kilómetros. El mejor tiempo correspondió al francés Claude Amoux (Buggy), y Ramón Dalmau (Mercedes) terminó cuarto. Los comisarios deportivos decidieron aplicar el mismo tiempo que al 21º clasificado a todos los participantes que no acabaron su recorrido. En la general manda el francés Pierre Lartigue, y Arnoux le sigue a 32 segundos.
El mejor español en la clasificación provisional de coches es Dalmau, que es quinto, a 1 m 18s del líder, mientras que Salvador Serviá (Lancia) figura octavo, a casi dos minutos. Y Miguel Prieto (Nissan) fue el primer piloto importante en abandonar.
El tramo entre Madrid y Granada se cubrió por la N-4. La llegada fue retrasada para que los participantes pudieran cumplir los horarios establecidos.
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