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CRISIS EN LOS PARTIDOS

Peleas de familias

J. C. / J. M. R., Cada madrileño tiene, como cada español, su selección de fútbol en la cabeza. Y algo similar sucede con la política. Los partidos con representación en Madrid (PP, PSOE e IU) suman 80.000 militantes, muchos no precisamente de pago porque existen innumerables problemas con los censos. Sin embargo, en la región votan más de dos millones de personas.

El Partido Popular es el que vive los mejores momentos electorales y organizativos, pero no olventa su segunda renovación. Los retoques necesarios para que esta reestructuración llegase hasta la cúpula regional se aplicaron en el congreso de septiembre, pero no han servido nada más que para maquillar la realidad. El PP obtiene buenos resultados en Madrid, especialmente en la capital, gracias al poder que los representantes de la denostada vieja guardia de AP mantienen en sus feudos de los distritos. José María Aznar y su cachorro Pío García Escudero, el nuevo presidente regional, querrían que las próximas elecciones en los distritos y los ayuntamientos acabasen por fin con esta mala imagen. Pero la dirección nacional no tiene claro que el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, esté también en esta sintonía. Los diputados autonómicos del PP, aunque con excepciones, siguen el estilo renovador que impone el presidente del grupo, Alberto Ruiz Gallardón.

En el PSOE, la representatividad de las familias provoca peleas públicas y fratricidas. La percepción de ese poder, además, es tan variable que en 1991 lo ostentaron con mayoría unos (los partidarios de Alfonso Guerra y José Acosta, el elegido presidente regional), durante estos años lo han recuperado oficiosa y teóricamente los entonces perdedores (seguidores de Joaquín Leguina) y cada mes se hace más evidente el equilibrio. Leguina tendría ahora el respaldo del 60% de los afiliados, y Acosta, el 40% restante.

Los dirigentes de IU tampoco lo tienen fácil. Para mantener la paz tienen que contentar a siete sensibilidades. La mayoritaria, encabezada por el coordinador regional de IU, Ángel Pérez, no reúne más del 30% de los votos en el consejo político regional (170 miembros), máximo órgano entre congresos. Los críticos de Nueva Izquierda, que agrupan a otro 25%, se han dividido en dos familias. Una, a la que pertenecen el portavoz municipal, Francisco Herrera, y el presidente de Telemadrid, José Antonio Moral Santín, intenta llegar a una nueva mayoría con Ángel Pérez. El otro sector de Nueva Izquierda, con la portavoz autonómica Isabel Vilallonga al frente, prefiere la aventura en solitario y seguir criticando a Julio Anguita. La principal defensora del dirigente cordobés se llama Susana López y es diputada autonómica. Junto a ella votan otros 24 representantes del consejo. A la izquierda de Anguita, en posiciones de marxismo duro, se sitúan otros 20 miembros de IU, encabezados por Rubén Cruz. Los 10 restantes son ecosocialistas.

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