La "sangre española" de Manolo Tena vuelve a correr por Madrid

Manolo Tena es un eterno adolescente. Ayer cumplió 34 años, más de los que aparenta, y hoy se despide -con un recital en la sala Universal Sur- del año en el que gracias al éxito de su disco Sangre española ha vuelto a encontrarse con su ciudad y con su público. "Es mejor que el triunfo llegue en la madurez", dice el cantante, que adora la ciudad en la que nació y ha vivido siempre. "Nací en Argüelles, inmediatamente me trasladaron a Vallecas, pero es en Lavapiés donde mayor tiempo he vivido". "En esta ciudad nadie te pregunta de dónde vienes ni adónde vas, sino qué haces", añade rotundo el músico.

Nadie discute que éste ha sido su año. Manolo Tena ha llegado a la cima del éxito con su disco Sangre española: "Sí, la verdad, no me puedo quejar. Y no sólo por mi disco, sino también por las canciones mías que hay en el de Rosario, que también ha sido un éxito este año".El camino ha sido largo, atrás quedan los tiempos con Cucharada, Alarma o componiendo canciones para otros artistas: "Casi es mejor que el triunfo me haya llegado en la madurez", dice el cantante madrileño, "pues si no ese éxito me podía haber espachurrado", y reflexiona citando a Kipling, "ahora hay que mantener la cabeza serena cuando todo a tu lado es cabeza perdida...".

Los años duros de eterno perdedor no han restado optimismo a Tena, que saca consecuencias positivas de las malas experiencias: "Siempre he sido un francotirador, la locura de Cucharada fue demasiado atrevida en su momento; después a Alarma los modernos nos consideraban duros y para los duros éramos unos ñoños. Creo que para muchas cosas he sido adelantado, disparando antes de tiempo. Pero todo, lo bueno y lo malo, me ha servido para llegar con mi disco en el momento preciso, cuando el gusto del público era el adecuado para estas canciones".

Menos exigente

Tena se sitúa en el lado de los triunfadores tardíos. "Condenado a no hacer la canción de moda, pero se puede engañar a todo el mundo, pero no todo el tiempo", dice el cantante, que también cree que el público es cada vez menos exigente. "Estamos viviendo de las recopilaciones. Las compañías de discos arriesgan poco y se tira mucho del fondo del catálogo. Es peligroso porque no deja ver el enorme talento nuevo que hay, y que es mucho".

Tena intenta ir más allá: "los noventa tienen de bueno que todos somos mucho más eclécticos que antes. Puede vender tanto la música étnica como el rock, o el funk como la salsa, la balada o el bakalao".

Manolo Tena, que ahora vive en el barrio del Pilar, al lado de la M-30, adora su ciudad. Ha vivido en Vallecas, en Lavapiés y en Argüelles. "Dentro de poco me mudo a Noviciado", dice, en una descripción de su periplo castizo."A Madrid ya no hay quien la pare. Está emparentada con Londres, Nueva York o París y ya no nos pueden quitar de esa lista de éxitos de grandes ciudades, salvo que nos rindamos, algo que no va a suceder".

Manolo Tena. Universal Sur (Parquesur-Leganés), a las 22.00. Entrada: 1.500 pesetas. Venta anticipada: Fan Records, Madrid Rock y Crisol.