_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¡Guárdese el regalo y baje el precio!

No sé si alguien con buena memoria recordará que antes de que la palabra crisis se instalase en todas las bocas, imprentas y pantallas, a veces hablábamos de sociedad de consumo. Con el permiso de todos los consternados por la crisis -muy real, pero muy de moda- me voy a referir al consumo de la sociedad. -Y no para fustigar como un Savonarola a los manirrotos ni para alentarles como un discutible Keynes, sino para protestar en nombre de todos y de la Tierra contra una clase de consumo que se nos está imponiendo a todos: el consumo de regalos. "Con el ejemplar de este mes le regalamos un vídeo" "si hace su pedido antes de 15 días se llevará un magnífico maletín", "con la enciclopedia le enviaremos gratis una estantería y este espléndido equipo musical estéreo".Todos hemos mordido el anzuelo de ofertas como éstas y todos hemos terminado preguntándonos para qué diantre queremos otro maletín, otro equipo estéreo y una cinta de vídeo, que maldito lo que nos interesa. Y tenemos lá desagradable sensación de haber sido víctimas del timo del frutero moderno ("Vicente, medio de tomates", "¿no le importa que sean 650 gramos?"), que en vez de pesar de menos, como los antiguos, pesa de más.

Lo que el frutero echa de exceso en la báscula es el vídeo o el compact-disc. Ellos consiguen incrementar su facturación mientras yo logro solamente una aproximación a lo que deseo. De la antigua tiranía del rey consumidor al comprador forzado a pagar lo que no quiere. No quiere pagar el regalo ni la campaña de lanzamiento ni el aparatoso embalaje del conjunto, y se ve forzado a hacerlo, pues nadie le ofrece la revista monda, normal, por una sola peseta menos.En esto del regalo trágala el consumismo skin fustiga más fuerte a la pobre naturaleza inmigrante con la cadena producción-consumo-residuo. No apetecido (nos topamos con él por sorpresa) ni apreciado (carece de precio), el regalo sigue el rastro del cartón hacia el cubo de la basura. Respecto a otros artículos, anhelados con ilusión obtenidos con esfuerzo, el regalo duplica la velocidad con que agua, bosques y demás recursos naturales se transforman en residuos.

Por amor a la naturaleza y por nuestra dignidad de compradores, ¡no más regalos!-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_