Borrell: "Ningún tramo de autovía tiene interés para el capital privado"

"Prácticamente ninguno de los 1.700 kilómetros de autovías contemplados en el Plan Puente de carreteras (1993-95) aprobado ayer tiene interés para el capital privado", afirmó ayer el ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, José Borrell, en la presentación del proyecto. Estas nuevas autovías costarán 1,09 billones de pesetas. "Por desgracia, la geografía española tiene muchos vacíos, los flujos de tráfico son muy débiles. Fuera del centro y la periferia, el índice medio diario de paso de vehículos [10.000] es insuficiente" para hacer atractiva la inversión privada en carreteras, según Borrell.

El ministro cree que sólo serían rentables la autovía orbital de Barcelona (58 kilómetros, 48.800 millones) y los 19 kilómetros del Baix Llobregat (30.744 millones), pero estos tramos se harán con cargo a los presupuestos porque "en Cataluña hay ya demasiadas autopistas de peaje".

El plan recoge ligeras modificaciones sobre los tramos conocidos de futuras autovías; en lugar de la Mérida-Sevilla de la ruta de la Plata se harán los tramos Plasencia-Cáceres y Sevilla-Venta del Alto; en Andalucía se confirman los tramos Bailén-Granada-Dúrcal y Málaga-Motril, y en Alicante, el enlace con Elche.

Según las previsiones del ministro, el mapa español de carreteras de gran capacidad contará a finales de siglo con 9.400 kilómetros, incluidas. las autovías financiadas por las comunidades autónomas.

Cada nuevo kilómetro cuesta una media de 1. 500 millones, pero esta media se eleva hasta 2.000 millones en el caso de la autopista del Cantábrico o las dos autovías gallegas. Sólo estas dos últimas absorberán un tercio del 1,09 billones presupuestados para todas las autovías del plan. Según Borrell, se trata de las obras más complejas y costosas que se han abordado nunca en España.