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El Estudiantes reivindica su futuro

El Estudiantes sigue vivo en la Copa Korac después de su trabajada victoria ante el Maccabi de Tel Aviv, al que, además, superó en el basket-average particular (los israelíes habían ganado en la ida por tres puntos). El choque representó una clara escenificación entre el presente con esperanza de futuro que alimenta Estudiantes y el pasado sin mañana que denota el equipo judío.El Maccabi, Mickey, Berkowitz al margen, siempre vivió de sus americanos nacionalizados. Cuando el filón se agotó, el equipo fue desinflándose. El Maccabi sufre las consecuencias de no haber encontrado el eslabón perdido. Doron Gamchi estaba destinado a encabezar el relevo generacional, pero se quedó, y con él su equipo, a medio camino.

Como le ocurrió ayer al equipo israelí, para ventura de un Estudiantes que necesitaba el triunfo para seguir aspirando a llegar a los cuartos de final. El Maccabi alborotó al principio (8-17 en el m. 5), pero se desplomó ante el arrojo de Jeff Sanders que, con sus 13 puntos en la primera parte, arrastró a su equipo a una tremenda reacción: en nueve minutos, el Estudiantes infligía a los israelíes un parcial de 24-4 y pasaba a dominar el marcador por 32-21.

Pero el equipo de Miguel Ángel Martín tampoco es, precisamente, un dechado de virtudes a la hora de rematar faenas. Le sigue faltando un poso de madurez para machacar a sus rivales en el momento justo y, contra todo pronóstico, se complicó la vida.

Andaban los israelíes a la deriva, con su estrella, Gamchi preocupado de polemizar con su entrenador y no de meter puntos (no lo hizo), y con los demás haciendo la guerra por su cuenta. Al Estudiantes le bastaba su esfuerzo defensivo para disfrutar cómodamente de una renta que giraba en torno a los 10 puntos. Hasta que llegó la relajación y el despiste habituales. Los madrileños dejaron solo a Goodes y, en un soplo, encadenó cuatro triples casi de una tacada. Total, 7168 a dos minutos del final y la sombra de la eliminación revoloteando.

El Maccabi, sin embargo, no supo completar la remontada. No le dejó Danko Cyjeticanin: a 1.07 minutos convirtió un triple decisivo mientras que, al mismo tiempo, Daniel cometía falta personal sobre Vecina. El pívot no falló el uno, más uno y el 5-0 determinó la fuga definitiva del Estudiantes y su reivindicación de futuro frente a un antiguo grande que sólo vive del pasado.

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