Pioneros en la solidaridad
Varias empresas francesas reducen jornada y salarios a cambio de empleo
El Congreso francés aprobó recientemente, a título experimental, la posibilidad de reducir la semana laboral en un 15%, siempre y cuando dicha reducción vaya acompañada de una revisión salarial a la baja y de un aumento de la plantilla de, como mínimo, un 10%. Pero la ley llega con retraso. En muchas empresas el reparto. del trabajo es un hecho. Para el Gobierno se trata de un ejemplo práctico de solidaridad, algo que muchos empresarios y sindicatos prefieren calificar de "reparto de la pobreza". Los defensores del proyecto se extienden también en consideraciones sobre el futuro en la medida en que "la ley favorece el tiempo libre y una organización más humana del ocio".En Digital Equipment Corporation (DEC), en Evry, a una treintena de kilómetros de París, 547 trabajadores, de una plantilla de 4.000, han aceptado trabajar cuatro días y ver reducida su paga. "Se trata de una oferta que la dirección hizo a los asalariados, de algo totalmente optativo. Podía elegirse entre trabajar -incluso tres días a la semana-, o seguir como hasta ahora. A más del 11 % del personal le interesó disminuir su tiempo dedicado al trabajo", explica Philippe Hadouin, miembro de la dirección de DEC.
Los sindicatos relativizan la generosidad de la empresa: "Cuando DEC hizo la oferta pesaba, sobre todos nosotros la amenaza de un plan de ajuste, con los despidos correspondientes", precisa Thomas, "y el acogerse a una fórmula de tiempo parcial permitió salvar 90 puestos". Esa interpretación de los hechos es corroborada por Hadouin, para quien "el pasar a las 32 horas no tenía como objetivo crear nuevos empleos, sino reducir el impacto de la crisis que planea sobre el sector informático".
El personal que ha reducido su jornada un 20% ha aceptado cobrar un 92,8% de su salario. ¿Cómo compensa la empresa el diferencial existente entre ese 20% de trabajo menos y un sueldo que sólo decrece en un 7,2%? "Esa reducción de un 7,2% es provisional, ya que dentro de dos años será de un 20%", reconoce Hadouin. "En realidad, ahora ya cobran un 20% menos, pero DEC aporta una prima del 12,8%. ¿Por qué? Sencillamente, porque nadie podía aceptar de golpe una reducción salarial tan importante". Pierre declara estar muy contento de la solución ofrecida por DEC: "Tengo tiempo de ocuparme de mi vida privada, me siento menos cansado y ha mejorado mi productividad". Hadouin considera "muy difícil cuantificar las ganancias en productividad. Lo cierto es que la gran mayoría de quienes han optado por la semana reducida dicen estar contentos de su elección. Algunos aprovechan para seguir cursos de formación, financiados en parte por DEC".
Crear empleo
Pero DEC sólo sirve de ejemplo porque ha evitado despidos, no porque haya creado empleo. En Hewlett-Packard (HP), en Grenoble, la experiencia es distinta. De un total de 1.750 personas, 250 aceptaron la semana de 32 horas, medida que se tradujo en una reorganización de la producción, de manera que varios equipos se relevasen con el objetivo de hacer funcionar la maquinaria 24 horas 7 días a la semana. HP ha contratado a 100 personas más a tiempo parcial. El resultado -del mantenimiento de salarios, pero desaparición de las primas de nocturnidad y horas extras- es que la productividad ha aumentado casi el triple mientras los costes siguen siendo idénticos. Lo ahorrado en pluses sirve para pagar los salarios de los nuevos contratados. En la actualidad, la fábrica de HP en Grenoble ofrece un rendimiento equiparable al de los llamados tigres asiaticos.
"En DEC no es posible hacer esto porque somos un centro de distribución y no de producción", constata Hadouin. "La reorganización del tiempo de trabajo directamente productivo, la mejor utilización de la maquinaria, sí permite muchas mejoras, pero acudir de noche al despacho para hacer las consabidas gestiones telefónicas no parece demasiado razonable". Kleber Beauvillain, presidente de HP, entrevistado por el diario Liberation, precisa que "reduciendo el tiempo de trabajo no vamos a reducir el paro. Cuanto más se trabaja, más se vende y mayor número de empleos se crean. El problema no pasa por trabajar menos, sino por hacerlo mejor. Hay que mejorar las condiciones laborales y lograr una mayor movilidad de los asalariados".
En HP no quieren pronunciarse sobre la semana de cuatro días. "Nuestro caso es distinto", explica un portavoz. "Lo que hemos podido lograr concierne tan sólo a 250 personas de la plantilla. Al margen de los beneficios de productividad, están los de orden social. Para ellos, un día menos supone evitar el estrés y trabajar más y mejor".
Como en Digital, en HP la dirección de la empresa no quiere ni oír hablar de solidaridad. Si en el futuro fuese necesario un plan de ajuste, el argumento solidario puede volverse en su contra.
Economistas y expertos -aquellos que no desechan la semana de cuatro días como algo exclusivamente coyuntural- opinan que la reducción del tiempo de trabajo sólo es posible si va acompañada de un aumento de productividad, una reorganización del trabajo, un aumento de la cualificación profesional, una baja moderada de los salarios altos y medios, una reducción de los costes sociales y, para algunos, de una desaparición del salario mínimo -considerado como un freno a la creación de empleo e incitación a la deslocalización-.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.