El PSOE vive un vacío de poder a tres meses de su congreso federal

/ Sevilla"Aquí no manda nadie". Ésta es la conclusión generalizada de dirigentes regionales y de la ejecutiva federal del PSOE ante la creciente tendencia de barones y de grupos socialistas de actuar por libre, desoyendo las directrices de la dirección e incluso los deseos del secretario general, Felipe González. Esta situación se vive sin dramatismo, pues no afecta a lo fundamental -la acción de gobierno-, sino que se inscribe en la dura lucha ante el congreso federal de marzo.

La última vez que se ha oído decir a miembros de la dirección que existe vacío de poder en el partido desde hace tiempo y que "cada uno hace y dice lo que quiere" fue hace 48 horas en Toledo y en Sevilla simultáneamente. El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, hizo un discurso "masoquista", según su compañera en la ejecutiva Carmen García Bloise, en el que la labor de los socialistas no sale muy bien parada.Mientras, los guerristas andaluces hacían morder el polvo al presidente autonómico, Manuel Chaves, votando en contra de su propuesta de celebrar el congreso regional después de las elecciones andaluzas de junio para alejar de los comicios la lucha interna que se avecina.

"Todo está trastocado. ¿Cómo es posible que el presidente de una comunidad se meta a hacer propuestas de fechas de congreso cuando ésa es una labor de secretario de organización o provincial?", se pregunta un secretario regional al conocer la situación vivida en Sevilla.

Dirigentes regionales del sector renovador interpretan claramente que la votación negativa contra Chaves es, en definitiva, "un palo" para Felipe González, que veía con buenos ojos el retraso del congreso regional. De nuevo se recordó el resultado del congreso provincial de Sevilla en el que la candidata de González, Carmen Hermosín, obtuvo menos del 60% de los votos.

En esta confusión, los guerristas eran ayer los enfadados por el discurso de José Bono, dado su fuerte contenido crítico contra la acción gubernamental de los últimos añlos, que, en definitiva, afecta a su máximo responsable: Felipe González. Carmen García Bloise declaró ayer a la agencia Servimedia que el discurso de Bono es "rnasoquista". "Se presenta al PSOE como un partido que no sabe resolver los problemas de los ciudadanos". Esta actitud no sorprenderá del todo a Felipe González, pues en una reunión de la ejecutiva el pasado mes de septiembre, el presidente Bono sorprendió a los presentes por la dureza con la que enjuició la labor del Gobierno a menos de tres meses de su formación.

Claro que los renovadores también recuerdan que fueron los guerristas quienes primero se saltaron todas las normas al provocar en la ejecutiva la votación de la candidatura de Carlos Solchaga para presidir el grupo socialista, a propuesta de González. Después de perderla, no acataron el resultado y replantearon el asunto en el grupo parlamentario, donde volvieron a perder.

Hay más casos. El presidente aragonés, José Marco, anunció en su comunidad la presentación de una moción de censura para derribar, con ayuda de un tráns-, fuga, al presidente regionalista, cuestión que llevó luego ante la ejecutiva federal como un hecho consumado.

Miembros de la ejecutiva reconocen que el órgano de dirección del PSOE "está devaluado" porque así lo ha expresado ya el secretario general, Felipe González, y que estos movimientos obedecen al deseo de todos de colocarse en posiciones de influencia con vistas al congreso federal. Unos van por libre, como puede ser el caso de José Bono y de otros barones, mientras los guerristas actuan en grupo en cada federación.

El caso más palmario es el de Andalucía. El éxito de los guerristas andaluces, que consiguieron el sábado el apoyo de la mayoría del comité director -el máximo órgano entre congresos- frente a las tesis de Chaves y del propio Felipe González, será utilizado para forzar un gran acuerdo en el congreso federal del PSOE que dé un mayor protagonismo y presencia de este sector.