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El PSOE reitera su negativa a pactar con los concejales rebeldes del PP

El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Juan Barranco, reiteró ayer la oposición de su partido a una posible moción de censura que arrebate al Partido Popular la alcaldía de Madrid. En una entrevista publicada el lunes por EL PMS, los concejales díscolos del PP, Manuel Martínez Blanco y Venancio Mota, anunciaban que se pasarían al Grupo Mixto si en el plazo de un mes no se solucionaban algunos temas sociales. Con el abandono de esos dos ediles, el PP perdería la mayoría absoluta (se quedaría con sólo 28 concejales frente a los 29 que sumarían PSOE, IU y un hipotético Grupo Mixto formado por esos dos ediles).Barranco reiteró ayer que ni se le ha pasado por la cabeza presentar una moción de censura contra el alcalde, Jose María Álvarez del Manzano, ni va a recuperar el gobierno local de Madrid con los votos de los dos concejales.

En unas declaraciones recogidas ayer por el diario Abc, el regidor manifestaba que "alguien debe estar convenciéndoles [a Martínez Blanco y Mota] de que tienen apoyo suficiente para convertirse en tránsfugas". La información del diario apuntaba a un grupo de presión favorable al PSOE "que ofrece dinero para tentar a los tránsfugas".

El alcalde ha reaccionado al ultimátum de los dos ediles díscolos con su rechazo a las presiones a las que pretenden someterle, y anunciando que no quiere conservar la alcaldía a, cualquier precio.

El enemígo en casa

"Piensa el ladrón que todos son de su condición", sentencia Barranco. "Los únicos que han ofrecido dinero en Madrid a un político de otro grupo han sido los del PP", señaló Barranco, en referencia al supuesto intento de soborno que denunció en 1989 el diputado regional de Izquierda Unida José Luis Olmos. Esa supuesta tentativa de comprar el voto de un político está todavía en los tribunales."No hemos tenido ninguna conversación con Mota y Martínez Blanco, ni la vamos a tener", añade el portavoz socialista. "La estabilidad en el equipo de Gobierno es responsabilidad de los que gobiernan y no nuestra; que el alcalde no busque a los enemigos fuera porque los tiene dentro de su propio partido". Y advierte: "Buscan un chivo expiatorio en el exterior para ocultar su estrepitoso fracaso: los 30 concejales del PP forman un grupo descoordinado y completamente descompuesto". Para Barranco, "cada uno va a lo suyo en el PP y hay tantas familias como ediles".

Manuel Martínez Blanco acompañó ayer al alcalde en su visita anual a la cárcel de mujeres de Carabanchel (distrito que preside el concejal) y posteriormente declaró que todo el partido estaba "muy nervioso" y que acudió con el regidor a la prisión porque se lo pidieron los encargados del protocolo. "No tenía más remedio que ir", dijo. "Hemos hablado lo mínimo", añade, "no era el lugar adecuado".

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