Los Rockets, irresistibles

Los Rockets de Houston confirmaron su gran momento de forma. El jueves por la noche no sólo consiguieron doblegar en Nueva York (85-94) la resistencia de los Knicks, que presumen de que van a ser los campeones, sino que igualaron el récord de 1948 de los Capitals de Washington de totalizar 15 triunfos consecutivos de entrada en la Liga profesional norteamericana de baloncesto (NBA), en la que esta temporada son los únicos invictos después de que los Supersonics de Seattle cayesen en el décimo partido.Líderes de la División del Medio Oeste, los Rockets, como los Supersonics, los punteros de la del Pacífico y que anteayer vencieron en Washington a los Bullets por 95-105, están imponiéndose a fuerza de una defensa sofocante. Fundamentalmente, dependen del juego interior del pivot Hakeem Olajuwon, uno de los primeros en el torneo tanto por puntos (37 contra los Knicks) como por rebotes y tapones.

"Todos saben cómo jugar al ataque. El esfuerzo para hacerlo a la defensiva es mucho mayor. Si te concentras en los rebotes, los bloqueos y el marcaje individual, podrás triunfar con mayor frecuencia. Puedo citar varios encuentros de esta temporada que hemos ganado pese a un pobre juego ofensivo", afirma Olajuwon, quien, a sus 30 años de edad, ha descubierto la fuente de la juventud. El baloncestista de origen nigeriano tiene unas medias de 25 puntos, 13 rebotes y 3,5 tapones, suficientes para clasificarse entre los cinco primeros en cada una de esos aspectos.

Desde luego, las posibilidades de los Rockets parecen francas. En concreto, Olajuwon recibe el apoyo absoluto de los otros cuatro titulares y cinco reservas, entre ellos el escolta Vernon Maxwell (16 puntos por partido), el alero Otis Thorpe (14 y 10 rebotes) y el suplente venezolano Carl Herrera. El equipo que entrena Rudy Tomjanowich es uno de los que más defiende el aro hasta la muerte. Así, encaja tan sólo unos 89 puntos por encuentro y ninguno de sus rivales ha podido alcanzar los 100.

"Siempre descubrimos nuevas vías para la victoria", dice el propio Tomjanowich. "No puedo estar más feliz con mis jugadores. Actúan con fuerza y garra. Hemos conseguido ser un equipo con mentalidad defensiva y que trabaja con inteligencia y colectivamente. Mientras lo hagamos de esa manera, al estilo de los Rockets, tendremos buena fortuna, buenas perspectivas", añade.

De alguna manera, el Houston refleja la imagen de su técnico. Tomjanowich fue la segunda selección del draft de 1970, cuando la sede de los Rockets era todavía San Diego, y nunca ha trabajado para otro club. Es alguien que cree fielmente en el concepto del equipo como familia.