Saldos en la isla de La Cartuja

Coches eléctricos, motocicletas con "ciertas averías", televisores, frigoríficos, la exposición Caminos de España y hasta las carpas que albergaron el pabellón de las Artes y de las Repúblicas Bálticas saldrán a subasta. Los últimos restos de la Expo, valorados en unos 3.500 millones, se venderán los próximos días 17, 18 y 19 a golpe de un martillo que cerrará las pujas sobre más de 3.000 lotes de objetos. Agesa, la sociedad estatal que gestiona los bienes dejados por la muestra, culmina este proyecto comercial más de nueve meses después de haber sido anunciado.Durante el tiempo transcurrido desde la clausura de la muestra, Partecsa, la entidad que gestiona el parque temático instalado en la zona de pabellones autonómicos, junto a la dársena del Guadalquivir, se ha hecho con el 40% de los bienes que incialmente se iban a subastar.

También las administraciones (Diputación de Sevilla, Ayuntamiento y Junta de Andalucía) han aprovechado este intervalo para darle uso al 15% de los materiales que fueron parte de la muestra. Incluso los indicadores de direcciones han llegado a servir para delimitar las zonas habilitadas para el público durante la visita del Papa a Sevilla, y algunos aseos se han instalado en un parque cercano al recinto.

Pero lo que queda después de tantas "transferencias", como las denomina Agesa, saldrá por fin a la venta. Del 13 al 16 se podrán ver los lotes y en los tres días siguientes se realizará la subasta. Tras una campaña de promoción internacional, con anuncios en los principales periódicos de Europa, los potenciales compradores podrán hacer sus ofertas para adquirir los uniformes de las azafatas, una lancha zodiac, ordenadores, proyectores de diapositivas, un centenar de edificios modulares, bidés, lavabos o armarios para pañales.

Para poder participar en la subasta los días señalados será obligatorio tener el catálogo de objetos que se podrá adquirir, a través de una empresa de mensajería o en el mismo recinto, por 1.500 pesetas.

En este catálogo se especifican los lugares de exposición de los lotes, sus características y sus números de identificación. El precio de salida se conocerá el mismo día de la venta y será fijado por la empresa subastadora, Troostwijk, en relación a la demanda que hayan despertado los objetos y su valor en el mercado. La entidad comercial se llevará un 10% de las ventas.

A pesar de la sustancial reducción de material, la subasta cuenta con una gran diversidad de objetos. De la Expo se vende casi todo. Abraceras, soportes de fluorescentes, buzones, papeleras, toldos blancos y hasta la exposición completa Caminos de España.

Este conjunto se ha convertido, junto a las carpas que fueron pabellones hace un año, en la oferta más espectacular. En un principio se llegó a incluir en los lotes el sillón real de la inauguración, las estructuras que servían de entrada o los coches de Bomberos