Ricardo Solfa sufre un infarto en plena actuación
El cantante esta ingresado en la unidad coronaria de La Paz
Ricardo Solfa, de 45 años, antes llamado Jaume Sisa, logró terminar el bolero Corazón loco cuando el suyo acababa de sufrir un infarto. Reaparecía en la noche del lunes en el Café del Foro (Malasaña) con su repertorio de boleros, pero se tuvo que llevar el eco de los aplausos a la Unidad Coronaria Intensiva de la residencia La Paz. Había sufrido un infarto de miocardio en el escenario 20 minutos antes de terminar su espectáculo, pero nadie se percató. El cantante continuó su actuación, que terminó precisamente con Corazón loco. Fue despedido con una gran ovación.
La insislente petición de bises hacía prever un regalo final. Pero Solfa se retiró al camerino inmediatamente; allí fue atendido por una médica que desde su butaca notó que algo extraño ocurría. Se trata de Pilar Estébanez, presidenta de la asociación Médicos del Mundo y amiga del artista, que se acercó al camerino tras la actuación para ver qué ocurría. Allí decidió que al cantante había que ingresarle de inmediato. Un cuarto de hora más tarde, Solfa estaba ya en los servicios de la UCI de La Paz.Ayer por la tarde, el bolerista se encontraba en fase de franca recuperación, animado y pidiendo periódicos a las enfermeras que lo atienden. Hoy o mañana habrá pasado la fase inicial de peligro. Si todo va bien, en tres semanas será dado de alta, según afirmaron personas cercanas al músico.
"Ropa fina"
El lunes, en el Café del Foro, Solfa se presentó audazmente, sólo con dos guitarristas (magníficos), Miguel Herrero y Gaspar Payá. Interpretó varios temas de su último disco, Ropa fina en las ruinas. Y también antiguas canciones, como Hay mujeres, un barroco elogio al género femenino: "Hay mujeres que ni cuando mienten dicen la verdad". Seguramente es cierto, porque las damas aplaudieron con fervor este tema.
Cuando cantó Corazón loco, es casi seguro que Solfa sabía ya que ese corazón, además, estaba algo cansado, pachucho. El achuchón lo notó justamente cuando cantaba Te compraré unos pendientes. Puso demasiado corazón.
Este percance cardiaco ha constituido una gran sorpresa para sus amigos, porque Ricardo Solfa es un hombre muy meticuloso con las comidas, con los horarios y con la vida en general, casi maniático, ordenadísimo; fuma poco, bebe moderadamente, jamás consume otros productos tóxicos y tiene grandes amigos y amigas, algunas de las cuales fueron previamente novias suyas.
Antes de llamarse Ricardo Solfa fue Jaume Sisa, cantautor catalán que hace unos años abandonó Barcelona, se cambió de nombre, intentó cambiar de personalidad y se instaló en Madrid, ciudad con la que mantiene apasionado idilio. Tiene 45 años y permanece soltero.
Ricardo Solfa es pionero en muchas cosas. Desde la vanguardia y la exquisitez, ha sido el abanderado oculto del renacimiento del bolero mucho antes de que éste se pusiera de moda. Sin embargo, no ha tenido fortuna con los dos álbumes grabados, que han pasado inadvertidos en los circuitos comerciales de la música. Prepara sus espectáculos con pulcritud y tremenda sensibilidad. Y para sus seguidores es una gozada dejarse llevar por su magia y su despliegue de ternura escénica.
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