La alcaldesa de Fuengirola dimite y elude la moción de censura socialista
La dimisión de la alcaldesa de Fuengirola (Málaga), Esperanza Oña, del Partido Popular, momentos antes de pasar a la votación de la moción de censura que debatía el pleno del pasado sábado evitó, de momento, que el socialista Luis Pagán se hiciera con esa alcaldía. En un plazo de 10 días tendrá lugar otra sesión ara la elección del nuevo alcalde, en la que el PSOE, con dos concejales más que el PP, no necesitará el apoyo de otro grupo para conseguir el Gobierno municipal.
El presidente nacional del PP, José María Aznar, visitará el próximo miércoles Fuengirola para mostrar su apoyo a Oña, según informa Servimedia. La alcaldesa dimisionaria fue sacada del Ayuntamiento en hombros por sus partidarios. Fuengirola, de 42.000 habitantes, soporta una deuda de más de 4.000 millones de pesetas, cifra superior a su presupuesto municipal anual.
"Sabe, señor Pagán, que si se presenta una dimisión ya no necesita ser alcalde por mayoría absoluta, lo será por la lista más votada, y ésta es la primera colaboración que el PP hace desde la oposición al próximo Gobierno", dijo la alcaldesa al candidato socialista para desvelar la estrategia de su grupo y abortar la moción de censura. Más de dos horas había ocupado hasta entonces el PP en analizar la moción presentada contra Oña bajo la mirada de la diputada popular Celia Villalobos y el gesto irónico del secretario provincial de los socialistas, Rafael Ballesteros.
La ruptura del Gobierno del PP (siete concejales) con sus socios del grupo independiente (cinco representantes) por desacuerdos en la adjudicación y obras del paseo marítimo, permitió al PSOE (nueve ediles) presentar la moción de censura contra Oña, al contar con dos votos independientes. "Se apoyan en dos tránsfugas, traidores políticos", advirtió Oña a los concejales socialistas.
"Bicho malo"
Una treintena de personas, que tuvo que acreditar invitación, seguía con entusiasmo el pleno en una sala de 70 metros cuadrados, tomada por la Policía Local, mientras otros 300 asistentes se repartían entre el edificio municipal y la plaza del Ayuntamiento para testimoniar su apoyo a la dimitida alcaldesa.Junto a Oña sólo otros dos concejales, el portavoz del PP, Andrés Espinar, y el independiente Francisco Morales, hicieron uso de la palabra. Los 11 ediles que firmaron la moción no abrieron la boca por temor a la alcaldesa.
"Sabíamos que la estrategia de Oña pasaba por expulsar a algún concejal que se rebelara contra ella y entonces obligar a la votación de la moción de censura para que no saliera adelante", aseguró Pagán al terminar el pleno, quien definió a la alcaldesa como "un bicho malo de la política, que utiliza cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder", añadió. También Oña arremetió con dureza en sus intervenciones contra su sucesor.
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