La reforma constitucional en Guatemala adelanta los comicios a 1994

El Congreso de Guatemala aprobó ayer las reformas constitucionales acordadas con el presidente, Ramiro de León, para adelantar las elecciones legislativas a 1994 y superar así la pugna entre el Legislativo y el Ejecutivo. Las reformas, aprobadas por unanimidad, deben someterse a un referéndum, que en un plazo de 45 días convocará el Tribunal Supremo electoral para poner fin a la crisis institucional que sufre el país desde el autogolpe que dio en mayo el depuesto presidente Jorge Serrano.Según el documento que contiene las 43 "Reformas a la Constitución Política", el presidente, el vicepresidente y los diputados serán elegidos por un periodo de cuatro años en vez de los cinco actuales. El número de diputados será definido por el Tribunal Supremo de Elecciones, y algunas fuentes consideran que oscilará entre 90 y 100 a partir de los próximos comicios.

El Tribunal Supremo de Justicia, que será elegido por el Congreso de una lista de candidatos propuesta por una Comisión de Postulación, tendrá un mandato de cinco años, en vez de los seis actuales. En relación con el Ejecutivo, y aparte de la reducción del periodo al frente del poder, las reformas prohíben a los ministros y demás funcionarios del Gobierno favorecer a un partido político durante su gestión. También les prohibe, igual que a los funcionarios municipales, hacer propaganda sobre la gestión realizada durante su mandato una vez convocadas nuevas elecciones generales.

El presidente de la nación queda exento de pedir autorización para viajar al extranjero, aunque deberá informar al Congreso del propósito y resultados de sus viajes dentro de los 15 días posteriores a su regreso.