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El tratamiento televisivo del 'caso de Olot' complica la investigacion

El secuestro de la farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliú amenaza con desbordar los límites policiales y judiciales. La aparición el pasado miércoles de Francisco Evangelista, quien delató a la policía que Xavier Bassa y Joan Casals eran los autores del secuestro de la farmacéutica, y de María Ángeles Mariño, la esposa de Casals, en el programa de Antena 3-TV Cita con la vida, de Nieves Herrero, ha convertido el secuestro de una persona en un espectáculo televisivo. Ello ha venido a complicar y enmarañar enormemente la investigación policial, según fuentes de la Guardia Civil.Esta inusual transformación del caso preocupa profundamente en medios de la investigación, ya que la dimensión adquirida por el secuestro "distorsiona" hasta límites insospechados la investigación. Fuentes próximas al caso precisan que, a partir de la aparición de Evangelista y Mariño en el programa de la presentadora Nieves Herrero, "cualquier nuevo delator o confidente carecerá de credibilidad". Otro efecto del programa de Antena 3-TV podría ser, además, la proliferación de personas que se presenten ante la Guardia Civil con supuestas informaciones sobre el caso, lo que contribuiría a complicar enormemente una investigación ya de por sí compleja como es ésta.

El primer efecto del programa ya se ha producido en la actitud de los detenidos Casals y Bassa. El clima de expectación ha obligado a supender momentáneamente los interrogatorios a los detenidos, puesto que, según la policía, éstos "se han crecido" hasta el punto de considerarse inútil tomarles declaración alguna en las actuales circunstancias.

Actitud chulesca

Según han indicado fuentes próximas al caso, la actitud de Bassa y Casals es la de "plantar cara" y de "ponerse chulos". Este comportamiento se apoya también en la puesta en libertad, el pasado martes, de la compañera sentimental de Casals, María Ángeles Mariño.

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Antes de ser puesta en libertad, Mariño mantuvo un careo con María Puche, un enigmático personaje conocido como la madrina por el delator Francisco Evangelista. El testimonio de Puche vino a reforzar la versión de Evangelista en el sentido de que Bassa y Casals son los autores del secuestro y que Maria Àngels Feliu está muerta. El careo con Puche, pese a que puso de manifiesto que Mariño tenía concimiento de aspectos colaterales al supuesto secuestros, no desentrañó si estaba implicada en el delito.

En estas circunstancias, tanto el juez de Olot, Santiago Pinsach, como los investigadores consideran inútil proceder a los interrogatorios. La dificultad del caso y la presión informativa han hecho también mella en el Juez, que se ha visto afectado por síntomas de estrés, lo que le ha obligado a suspender momentáneamente las diligencias judiciales y a pedir la baja médica laboral.

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