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El Senado francés aprueba una enmienda que bonifica a las empresas que reduzcan jornada

La comisión de asuntos sociales del Senado francés aprobó ayer, con ocho votos a favor, dos abstenciones y los votos en contra de socialistas y comunistas, una enmienda propuesta por dos senadores centristas de RPR y de la UDF a la Ley Quinquenal de Empleo. Según esta ley, las empresas que opten por la reducción de la semana laboral y aumenten la plantilla en un 10% pagarán entre un 30% y un 40% menos en concepto de cargas sociales. La aprobación de la enmienda aviva la polémica sobre la jornada de cuatro días a la semana. El Senado aprobará la ley la próxima semana y la remitirá de nuevo al Congreso.De su paso por el Palais Luxembourg el proyecto de ley sale con una enmienda que instituye, la título experimental", la ya célebre semana de 4 días o 32 horas. La contabilidad de las horas puede hacerse anualmente y se estudia también que la iniciativa permita a los empresarios deducir ciertas cantidades del impuesto de sociedades. Los trabajadores, excepción hecha de los salarios más bajos, podrán ver su sueldo reducido hasta un 7%.

Para Giscard D'Estaing (UDF) "la obligación generalizada de reducir la duración del trabajo a 32 horas llevará a Francia hacia el empobrecimiento y el declive económico". El ministro del presupuesto, Sarkozy (RPR), al evocar la figura del senador Larcher, ha dicho que "en todos los partidos hay demagogos, incluido en el nuestro". El ministro de Industria, Longuet, está contra lo que define como "una idea socialista".

Entre los socialistas tampoco reina la unanimidad. Según Henri Emmanuelli lo que se pretende ,les institucionalizar la deflación salarial. No hay que mezclar reparto de riquezas con reducciones salariales". Emmanuelli propone las 35 horas semanales sin tocar los salarios mientras Rocard y Fabius se inclinan por las 32 horas como un "objetivo urgente, digno y responsable" y exigen que las negociaciones sobre la revisión a la baja de los salarios se hagan globalmente, y no empresa por empresa. Por último, Chevénement define la reducción del tiempo de trabajo como "piedra filosofal o semana de los cuatro jueves".

Mientras los políticos discuten, los técnicos echan cuentas. Según ellos lo que se pretende es "trabajar menos individualmente para trabajar más colectivamente". No de dejan de recordarnos que, en Francia, hace un siglo, se trabajaban 3.000 horas al año y que en 1993 bastan 1.537.

El coste anual del paro en Francia se estima alrededor de los 250.000 millones de francos (5,5 billones de pesetas). El gobierno Balladur ha regalado a la patronal 85.000 millones de francos en ayudas y desgravaciones, sin conseguir con ello invertir la curva del desempleo.

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