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COMPETICIONES EUROPEAS DE FÚTBOL

Stoichkov hace y deshace en el Barcelona ante el Austria

El partido duró seis minutos. Le bastan al Barcelona para asegurarse cinco meses de supervivencia y prosperidad europeas. Entra en el sorteo de mañana con una tranquilidad ajena a las contusiones psíquicas sufridas ante el Atlético. La Liga siempre es llevadera cuando se compite por la Copa de Europa.Puede parecer mezquino usar como punto de referencia la derrota del sábado pasado. Pero, pese a la clara ventaja conseguida en el Camp Nou, el desastre liguero y las declaraciones posteriores de Johan Cruyff habían convertido el Manzanares en un afluente del Danubio. Todos los ojos estaban puestos en el Barcelona y el Austria hizo poco para distraerlos.

A petición de sus pupilos, Cruyff colaboró con el rearme moral del equipo a base de jugar cartas válidas y permanecer una hora y media casi sin barajarlas. La vaca sagrada enviada al matadero fue, como era de prever, Laudrup, convertido en carne picada para dejar entrada a Stoichkov, que actuó pegado a la banda derecha.

Las novedades de mayor relevancia, sin embargo, radicaron en otros departamentos. Koeman, Ferrer y Goikoetxea actuaron como defensas fijos, protegidos por Eusebio, a la derecha, y Nadal, a la izquierda. El Barcelona siempre se defendía con seriedad y cinco hombres. Amor actuó como pivote con Begiristain y Bakero moviéndose como interiores en apoyo de Stoichkov y Romario. Así, el cuadro azulgrana se movió con un solo extremo y optó por el pragmatismo y, para satisfacción de Cruyff, por una gran dosis de aquel nebuloso concepto llamado oficio.

Stoichkov, recién curado de su tortícolis, decidió repartir síntomas similares entre los defensas del Austria. No quiso saber nada de conceptos. Salió como un león que encuentra la puerta de la jaula abierta. Los intentos austriacos de cazarle produjeron enseguida dos faltas y el búlgaro conectó con la segunda exigiendo una gran parada de Wohlfahrt ante un cabezazo picado. El consiguiente saque de esquina condujo un centro-chut de Begiristain que Stoichkov empujó a la red. De alguna manera, él lo hizo todo, ya que, antes de marcar de nuevo, facilitó la réplica lujosa con el tacón del ex españolista Ogris.

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