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Tránsito de tránsfugas

En dos años de mandato se han producido cambios en los grupos municipales de 26 ayuntamientos

Vicente González Olaya

Desde mayo de 1991, fecha en que se celebraron las últimas elecciones locales, 26 ayuntamientos de la Comunidad de Madrid (que tiene 179 en total) han sufrido cambios en sus grupos municipales. En total, 7 alcaldes dimitieron o fueron sustituidos, se efectuaron 3 cambios en el signo político de los gobiernos, 38 sustituciones en la titularidad de las concejalías con área asignadas, 9 ediles abandonaron sus partidos para pasarse a otros y 22 dejaron la política municipal. Todo ello sin contar las innumerables mociones de censura fracasadas y los cientos de horas empleadas para evitar crisis.Al único concejal elegido por el PSOE en Chapinería (800 habitantes), la agrupación socialista le pidió que votase a favor del candidato del CDS: el PP no alcanzaría así la alcaldía. Ángel Cob, el edil socialista, no siguió las recomendaciones del partido: votó nulo. El Partido Popular, con los mismos concejales que el CDS (tres), pero con mayor número de votos, lograba así el sillón municipal. A los 15 días, y ante la imposibilidad de formar un gobierno estable, los concejales conservadores dimitieron. Comenzaron entonces unas forzadas negociaciones con el edil socialista. Cob fue nombrado alcalde, y el popular Jesús Lobo, teniente de alcalde. Pactaron un programa de gobierno que incluía la elevación de los impuestos. Empezaron las primeras disensiones. El nuevo regidor tomó una drástica decisión: destituyó a todos los ediles del PP. Se quedó solo. Cob tuvo que gobernar con el apoyo de un solo concejal: él mismo. Populares y centristas prepararon enseguida una moción de censura. El alcalde suspendió el pleno que le iba a quitar la alcaldía por desórdenes públicos. El pasado 28 de octubre cambió de opinión: las presiones le hicieron dimitir. Anuncia que no votará a favor de ningún candidato, por lo que augura "nuevas inestabilidades en el Ayuntamiento". "Ya no quiero saber nada del gobierno", dice, "no me da más que disgustos".

En los primeros meses de 1991, en Las Rozas de Puerto Real (380 habitantes), todos los grupos políticos perfilaban sus listas electorales. La agrupación socialista decidió no incluir entre sus candidatos ni al militante Andrés Vedia ni a Rosina Medina Ruiz-Casilla, de la agrupación socialista de San Martín de Valdeiglesias. Ambos políticos no se lo pensaron: se presentaron a los comicios por el Partido Regionalista Independiente de Madrid (PRIM), un partido famoso porque su presidente, Nicolás Piñeiro, tránsfuga del PP en el Parlamento regional, había impedido que prosperara la moción de censura que centristas y populares presentaron contra Joaquín Leguina en la pasada legislatura.

En las elecciones municipales de Las Rozas de Puerto Real el PSOE obtuvo tres concejales y el PP y el PRIM dos cada uno. Comenzaron los problemas. PP y PRIM no podían pactar tras el escándalo Piñeiro, que había arrebatado la presidencia de la Comunidad de Madrid a Alberto Ruiz-Gallardón. Medina y Vedia no se lo volvieron a pensar. Se pasaron al grupo mixto y se coligaron con los populares. Rosina Medina afirma: "Aun así, no hemos recibido todavía la baja del partido socialista. Seguimos teniendo carné del PSOE".

Tres alcaldes

En un solo mandato, en el sillón municipal de Rivas-Vaciamadrid (11.600 habitantes) ya se han sentado tres alcaldes. Los problemas entre oficialistas y renovadores de Izquierda Unida dividieron enseguida al grupo que había ganado las elecciones. Obtuvieron siete concejales, uno más que el PSOE. En principio, los renovadores se mostraban partidarios de gobernar en coalición con los socialistas. Los oficialistas, sin embargo, y siguiendo las tesis de Julio Anguita, eran reacios. El recién nombrado alcalde, el renovador Eduardo Díaz Montes, dimitió ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con su propio grupo. Ocupó su lugar la segunda de la lista, la también renovadora Candela Cajas. Al poco tiempo, con parecidos problemas, dejó sus cargos de alcaldesa y concejal. Se necesitaba un nuevo regidor. Fue nombrado, no sin pocas dificultades, el miembro del Pasoc (Partido de Acción Socialista, que forma parte de IU) Antonio Manuel Serrano. Los tres concejales renovadores (Eduardo Díaz, Manuel Ramírez y Raúl Jiménez) dejaron entonces el grupo municipal por el que habían sido elegidos. Se pasaron al grupo mixto. Ninguno rompió el carné de Izquierda Unida. El nuevo alcalde pactó con los socialistas. Los renovadores quedaron fuera del gobierno: El PSOE consiguió una concejalía para cada uno de sus ediles. Izquierda Unida se quedó con cuatro concejalías. El renovador, hoy en el grupo mixto, Manuel Ramírez Cañizares dice: "A mí que me expliquen estos cambios. Tengo carné de Izquierda Unida, salí por la lista ganadora y ahora estoy en la oposición".

En Cercedilla (4.000 habitantes), durante 11 meses gobernó una coalición del Grupo Independiente de Cercedilla (cuatro concejales) con dos ediles del Partido Popular. Sin embargo, los ediles conservadores se quejaban de que las dos tenencias de alcaldía que les asignaron eran puramente nominales. El entonces primer teniente de alcalde, el popular Marcial Imaz, recuerda: "Estábamos en el gobierno y no teníamos ninguna competencia municipal. Nuestros cargos no servían para nada. Los plenos rechazaban todas nuestras propuestas. Tuvimos que abandonar". El alcalde, Enrique Espinosa (antiguo miembro de UCD y con 17 años en el cargo), responde: "Los del PP querían meterse en todo. Cambiamos de coalición". El verano pasado, el Grupo Independiente de Cercedilla se alió con el PSOE: los socialistas lograron dos tenencias de alcaldía.

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En Boadilla del Monte (13.500 habitantes), en febrero de 1991, un grupo de vecinos creó la Unión Independiente de Boadilla. Su programa electoral, de centro derecha, fue votado por el 19% de los electores. Obtuvieron cuatro concejales. Formaron coalición de gobierno con los siete ediles logrados por el PP. Dos años después, los cuatro independientes entraron en las filas conservadoras. La Unión se quedó sin concejales. Se cerró su sede y se anuló el teléfono. Algún ciudadano protestó por lo que consideraba un engaño electoral. "Pero fue una minoría, nuestros simpatizantes estuvieron con nosotros", dice el ahora edil popular José María García.

"Caí enfermo"

En Venturada (300 habitantes), la Candidatura Independiente de Venturada (CIV) obtuvo tres concejales, uno más que el PP y el PSOE. La candidatura pactó con el PP la formación de un equipo de gobierno. El alcalde de CIV, Juan Antonio Fernández Rama, nombró teniente de alcalde al número uno de la lista popular, José Cid. Pocos meses después, la propia CIV presentó una moción de censura contra Fernández Rama "por falta de gobernabilidad". "Yo no podía ir al Ayuntamiento porque había caído enfermo. Cid realizaba mis funciones municipales", explica. Fernández Rama, antes de que se celebrase la moción de censura, dimitió. José Cid también dejó el Ayuntamiento: "La nueva alcaldesa me quería quitar mi cargo de teniente de alcalde y dejarme sólo de concejal de Agricultura. Para eso, me iba".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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