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Caos en el aeropuerto de Viena por la huelga de Austrian Airlines

Interminables esperas, desinformación y caos. Así fue el día de ayer en el aeropuerto vienés de Schwechat, después de que el personal aéreo de las líneas aéreas austriacas AUA, incluidos pilotos y auxiliares, iniciaran una huelga indefinida el viernes por la noche en protesta contra los recortes de plantilla.La asociación de personal de vuelo de Austrian Airlines, que reúne a 1.200 empleados de vuelo de un total de 4.500, decidió comenzar la paralización de actividades el viernes después de una reunión interna. Con un 95% de votos a favor aprobó exigir la renuncia de toda la alta dirección de la compañía estatal, que pretende una drástica disminución de personal. La propuesta del personal de vuelo es rebajar los sueldos para evitar despidos, mientras que la empresa propone eliminar a un 10% de sus empleados -de 4.500 a 4.000- en 1994 para detener la catástrofe que ha marcado a AUA en los últimos años. Las pérdidas para 1993 se estiman en 830 millones de chelines austriacos (unos 9.400 millones de pesetas).

El portavoz del personal de vuelo, Christian Fitz, dijo que la huelga "sólo terminará cuando se vaya la directiva". Por su parte, Mario Rehulka, de la presidencia de AUA, calificó las demandas del personal como "infantiles e ingenuas", añadiendo que desde hace meses han intentado iniciar negociaciones con los empleados "infructuosamente". Rehulka calculó las pérdidas diarias por la huelga en unos 12 millones de chelines y dijo que el plan de ajuste es inamovible.

AUA era en el pasado una rentable línea aérea que operaba como eje para las rutas al Medio Oriente y Europa del Este. Cuando, hace cinco años, decidió ampliar sus vuelos a Estados Unidos comenzaron las pérdidas. Dada la crisis generalizada de las líneas aéreas en Europa, AUA planea sanear sus finanzas antes de fusionarse próximamente. Existen hasta ahora dos proyectos de fusión y el personal ha reaccionado con resistencia frente a ambos. Uno es el llamado proyecto Alcázar, que uniría a AUA con las líneas aéreas escandinavas SAS; la suiza Swissair y la holandesa KLM. Por su parte, la compañía alemana Lufthansa ofreció a AUA una fusión, pero esta posibilidad parece políticamente inaceptable después de la traumática experiencia de la anexión austriaca a la Alemania nazi hace 55 años.

Los problemas de Austrian Airlines tuvieron ayer sus primeros afectados. Miles de pasajeros suspendieron las minivacaciones de este fin de semana.

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