La puerta de emergencia de los camareros
Los supervivientes que declararon ayer, salvo uno, dijeron al tribunal que desconocían que detrás de las cortinas del escenario existiera una puerta de emergencia. Tan escondida y mal señalizada estaba, según deja entrever el fiscal, que prácticamente sólo la conocían los camareros del local. De hecho, casi todos ellos salieron por ella. Desembocaba en la calle de Arlabán. La gran masa de clientes salió -quienes lo lograron por la, puerta principal que da a la calle de Alcalá, sin luz y pisándose unos a otros.No obstante, la tragedia también se Cebó con varios empleados de la sala de fiestas, entre ellos el pinchadiscos: murieron antes de poder escapar de aquel terrible y oscuro humo.
Tres testigos ofrecieron ayer un dato que abunda en la incertidumbre sobre la causa del incendio. Frente a la tesis de que se trató de un cortocircuito, Beatriz Escar, de 35 años, cliente habitual de Alcalá 20 y amiga de varios de los dueños, señaló que un cuarto de hora antes de surgir las llamas vio a un muchacho en el escenario con una vela encendida. Otros dos testigos también vieron a gente que jugaba al tren con un cirio.
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