El exilio forzado hunde al Leganés

El Leganés hizo mal uso de su préstamo. El conjunto pepinero acudía al exilio de Alcalá de Henares para conseguir su primera victoria en esta Liga y acabó maltrecho. Dos expulsados, una brecha en la cabeza, algún improperio, por parte de su desencantada afición y dos negativos es el resultado de su séptima comparecencia en la Segunda División. Esta vez el Leganés no pudo ni rebasar un punto. De su exilio alcalaíno los hombres de Luis Ángel Duque se traen un inquieto presente: el farolillo rojo.

No fue tarea fácil para el entrenador madrileño confeccionar una lista de 16 hombres. El parte médico es extenso y Duque hacía pleno muy a su pesar: siete jornadas de Liga y siete alineaciones diferentes.

Con un campo accidentado por casi 15 días de lluvias, desde un principio se: intuyó el guión del partido. El equipo con más posibilidades de ganarsería el que mejor supiese utilizar sus armas legales, pero no estrictamente deportivas. Se suele llamar cuestión de experiencia. Aquí el Palamós partía con ventaja.

En esta sintonía emergió un protagonista, el delantero catalán Roberto Martínez. Este jugador tiene alguna similitud con el desgarbado delantero que militó en el Real Madrid y en el Español: una característica melenilla con entradas y una buena intuición para el gol.

Roberto Martínez hizo añicos al Leganés. Cuando el árbitro dio la orden para comenzar el encuentro, Martínez se pegó al defensor Juanma. Muchos ya adivinaban su propósito. Fue una labor impecable. Primero le engaño en el gol, luego se enzarzó con él en un córner para que el árbitro mostrara la tarjerta amarilla a los dos y, al comienzo del segundo periodo, remató la faena al provocar la segunda cartulina amarilla del defensor madrileño y su consiguiente expulsión.

Antes del lance de la expulsión de Juanma, el Leganés veía cerca el empate e incluso la remontada. Además, el gol visitante espoleó a los hombres de Luis Ángel Duque. En los primeros minutos del segundo periodo pudo llegar el empate en dos claras ocasiones que desperdiciaron Peces y Pazona. En la jugada siguiente se consumó el plan Martínez y Juanma pasó a la ducha. A partir de ese momento Aguilera, el portero pepinero, vivió un continuo acoso. Tenían que llegar los goles y el segundo lo firmó, ya sin marcador, Roberto Martínez.

El Leganés todavía tendría otra desgracia más, ya que a los 35 minutos del segundo tiempo el colegiado expulsó a May por una dura entrada.