LA LEY DE LA SELVA URBANA.
Para encajar reglamentariamente este vetusto seiscientos en un hueco libre no hace falta mas que un par de metros cuadrados. Pero los tiempos están difíciles a la hora de aparcar y su dueño optó por abandonarlo encima de la mediana de la avenida de Aroca el miércoles de la semana pasada. Un espacio menos para el peatón.
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