Otro socio de Alcalá 20 echa la culpa al acusado enfermo
El tribunal que juzga el incendio de Alcalá 20 tuvo que acallar varias veces los comentarios, en voz alta, de algunos familiares de víctimas. El desapego de Doroteo Martín, otro de los socios de la discoteca, hacia el funcionamiento del local les exasperó. No entendían cómo un hombre que posee el 15% de las acciones del negocio aseguraba estar tan poco al corriente de casi todo lo que se hacía en el local. "Imagino que...". "No lo sé...". "No me acuerdo". Ése era el cómun denominador de casi todas sus respuestas.Igual que hizo su ex socio y abogado Carlos Mendoza el pasado martes, Martín responsabilizó de todo cuanto se "hacía y deshacía" en Alcalá 20 a Juan Antonio Iglesias, el principal accionista. Iglesias sufre una enfermedad incurable y es poco probable que vaya a ser juzgado.
Doroteo Martín, de unos 50 años, es el segundo procesado -de los ocho que hay- que se autoexculpa y descarga sobre el enfermo Iglesias todo el papeleo y gestión de la discoteca. Y, a juzgar por las tesis que defienden los abogados, también lo van a hacer, cuando les toque el turno, el resto de propietarios de la discoteca, en la que perecieron 81 personas hace 10 años.
Martín dijo no recordar si en la breve vida del negocio hubo algún reparto de dividendos; tampoco, por ejemplo, qué operario tenía la obligación de velar por el buen funcionamiento de las salidas de emergencia. Doroteo Martín insistió ayer en que, al declararse el incendio, algunos clientes prefirieron terminarse la copa y desoyeron las advertencias de los camareros para que abandonasen el local. Martín estaba allí aquella noche, tomando una copa; igual que Pedro Rascón, otro de los socios de local.
Según su versión, sobre las tres de la madrugada observó fuego en una cortina del escenario de la sala. Acudió urgentemente al sitio. Ya había llegado allí Pedro Rascón, quien trataba de utilizar la manguera antiincendios: fue inútil, no funcionó. Él echó un cubo de agua sobre las llamas. Pero viendo que el fuego y el humo se hacían incontrolables, salió "corriendo".
Alcanzó la calle por las escaleras que conducían a la puerta principal. Detrás de él, por las escaleras, subía una bocanada de humo, explicó. La toxicidad de ese gas fue la causa de la mayoría de las muertes.
El acusado indicó al tribunal que el apagón de luz se produjo cuando él había subido casi todos los peldaños de la escalera, no antes. Y respondió de forma ambigua -"qué podía hacer... Había mucha confusión"- a las preguntas del fiscal para que explicase qué hizo, antes de huir, para ayudar a la gente a salir del local.
La declaración de Doroteo Martín seguirá hoy. Tiene que responder todavía a las preguntas de casi todos los abogados de la acusación particular.
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