Noche de pesadillas

El incendio de la discoteca Alcalá 20 hizo que la noche del 17 de diciembre de 1983 fuese larga como pocas. Sobre todo para estos tres hombres. El ingeniero perdió un amigo que le acompañaba en aquel sótano, el bombero fue el primero en ver los cadáveres y el médico pasó el peor trago de su carrera.

Hoy es el día más esperado por 162 personas, los padres de los 81 jóvenes que murieron el 17 de diciembre de 1983 en la discoteca Alcalá 20. Casi diez años después, comienza el juicio contra ocho procesados por aquel suceso, entre ellos los dueños de la sala, un representante del Ayuntamiento de Madrid y otro del Ministerio del Interior. A pesar de años de promesas de estas administraciones, ninguna de las familias ha cobrado un duro de indemnización voluntaria. Cada muerto valía 13 millones y medio, pero nadie se ha rascado los bolsillos. Hoy empieza -en una sala de condiciones ínfimas- una vista oral que durará casi tres meses. Por la Audiencia de Madrid pasarán los ocho procesados, 196 testigos y 55 peritos.