"Vamos a ganar"

La regata Vuelta al Mundo (Whitbread) soltó amarras. Las 14 tripulaciones participantes se hicieron ayer a la mar desde el puerto inglés de Southampton para cubrir la primera de las seis etapas, hasta Punta del Este (Uruguay), con un recorrido de 5.938 millas marinas (10.600 kilómetros).La presente edición con 14 barcos, nueve menos que la anterior, se presenta más competitiva puesto que está dividida en dos categorías: Maxis y WOR 60, la nueva clase de pequeños barcos en la que se espera una lucha cerrada entre sus nueve participantes. Los jefes de las clases pequeñas, el futuro de la Whitbread, no descartan que uno de ellos sea el primero en llegar a la meta de Southampton el próximo mes de junio después de haber navegado cerca más de 29.000 millas. Entre ellos está el español Galicia 93-Pescanova. Javier de la Gándara, su patrón, lo dejó claro ayer. Vamos a ganar", señaló. La infanta Cristina, madrina del barco, despidió a la tripulación.

Southampton vive estos días la fiebre de la vela. La ciudad inglesa, situada al sur del país y frente a la isla de Wight, tiene una larga tradición marinera. En su ría de más de 80 kilómetros y en su bahía de Solent se celebran decenas de regatas a lo largo de cada temporada. Pero la más esperada es la Vuelta al Mundo, aunque sólo se dispute cada cuatro años como dictan los grandes acontecimientos deportivos.

Miles de aficionados celebraron la salida. Aunque el día amaneció gris y frío, decenas de barcos, pequeños veleros, cualquier embarcación por reducida que fuera servía para despedir a las tripulaciones en la salida de la ría del puerto inglés. El francés La Poste franqueó en primera posición la línea de salida, aunque aprovechando su mayor experiencia, el estadounidense Dennis Conners, al mando del Winston, y el neozelandés Chris Dickson, con el Tokio, se pusieron en cabeza tras los primeros metros.

La regata reúne este año a 14 barcos divididos en dos categorías: cinco maxis y nueve WOR 60. Por lo tanto, habrá dos clasificaciones y dos regatas paralelas.

La clase WOR 60 ha levantado mayor expectación. Incluso las apuestas están más equilibradas en los pequeños barcos que en los grandes. Mientras que en los MAXI, el New Zealand Endeavour, patroneado por Grand Dalton, parte como único favorito, en los WOR 60 el español Galicia 93 junto con el neozelandés Yamaha de Ross Field, jefe de guardia en el Steinlager, ganador de la última Vuelta al Mundo, y el Tokio de Dickson, uno de los mejores patrones del mundo, aspiran a entrar en el libro de la historia náutica.

Otro dato significativo a favor de la embarcación española. Las tripulaciones extranjeras han bautizado al Galicia 93 como Black Horse (caballo negro), que en terminología náutica anglosajona significa que "no es favorito, pero puede ganar". Gándara no tiene miedo a las apuestas que lo destacan después de vencer este verano en la Copa de Europa y la Fastnet. "Al contrario", manifestó antes de la salida. "Es bueno que exista esta presión ya que una vez en regata sabes que puedes competir contra cualquiera. Si sales sin ser favorito, lo haces sin motivación y eso es malo, ya que tienes que ir buscándola poco a poco. Con la excelente tripulación y los medios que tenemos, vamos a ganar". El planteamiento de Gándara ha sido minuciosamente preparado: "El barco es honrado. Se ha de ser muy regular, andar enganchado con el grupo de cabeza, sin tener ningún despiste y esperar nuestra oportunidad". Gándara no concibe la regata en plan aventurero, sino como una competición. "La Vuelta al Mundo es una competición total. Aquí hay unos profesionales que queremos ser ganadores y unos patrocinadores que han de sacar partido de su inversión".

Su experiencia en regatas oceánicas hace afirmar a Gándara sin reparos que un patrón no puede ser el mejor en todo: "El patrón tiene que ser un conjunto de todos los factores que rodean el proyecto y no puede tener puntos débiles si tiene una buena tripulación". Los expertos señalan a la del Galicia 93 como una de las mejores. Joan Vila, considerado como el mejor navegante del mundo, y la incorporación de Jan Santana, ganador de la Ruta del Descubrimiento de 1992, auguran el éxito.Todo está calculado. Hasta el extremo de apurar al máximo el peso del barco, lo cual originó el primer enfado de Gándara con el resto de la tripulación. El patrón, empedernido fumador, tuvo que dejar en tierra dos cartones de cigarrillos negros que excedían los 5,5 kilogramos permitidos en el equipaje personal de cada tripulante.

El rendimiento del maxi Fortuna, la otra embarcación española pero con tripulación inglesa, sigue siendo una incógnita. Durante estos últimos días ni el patrón, el inglés Lawrie Smith, ni sus tripulantes de la misma nacionalidad -en el barco sólo hay dos españoles- han desplegado mucha actividad en cuanto a imagen publicitaria. En el aspecto de la comunicación, la actual edición de la regata presenta como principal novedad de la regata es la televisión en directo.