Ideas
Me siento decepcionada. La democracia se presentaba como demoledora de dogmas y a la postre lo único que ha hecho ha sido crear otros nuevos. El ecologismo, el antirracismo o la igualdad hombre-mujer se fomentan desde el poder, y la conciencia de los ciudadanos trata de orientarse en tal sentido.No, digo que eso sea malo; al contrario. Pero, entonces, ¿por qué tantas críticas a poderes anteriores que tambíén trataban de imbuirnos sus ideas?
¿Qué era lo que de verdad criticaban los paladines de la libertad: que se impusieran ideas desde arriba o las concretas ideas que se imponían?
Desengañémonos: la neutralidad no existe. Pretender que el Estado no tenga ideología es un sinsentido. La contienda democrática tiene como objetivo definir cuál será esa ideología. Y por ello no hay que sentirse culpable de "querer imponer a los demás nuestras ideas": alguna idea nos van a imponer de todos modos. Luchemos porque sea la nuestra.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.