Solchaga e Ibarra, contra el órgano directivo propuesto por el 'grupo de las Navas'

El presidente del Grupo Parlamentario Socialista y miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE, Carlos Solchaga, y el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se manifestaron ayer en contra de la creación de un nuevo órgano directivo intermedio entre la comisión ejecutiva y el comité federal. Ambos dirigentes se desmarcan, de ese modo, de una de las innovaciones defendidas por el influyente grupo de las Navas para el Congreso del PSOE.

El grupo de las Navas reúne al ministro de Exteriores, Javier Solana; el de Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra; el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el de la Comunidad Valenciana, Joan Lerma; el secretario general del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Raimon Obiols; el secretario general de Vizcaya, Nicolás Redondo Terreros; el diputado Luis Yáñez, y el sindicalista Paulino Barrabés.Carlos Solchaga y Juan Carlos Rodríguez Ibarra coinciden en el rechazo de la creación de un organo intermedio, de representación territorial, entre la comisión ejecutiva y el comité federal porque "es muy complicado y requeriría un cambio estatutario", en palabras del portavoz. Pero el presidente extremeño fue más lejos al manifestar que "ese órgano es peligroso porque favorece la creación de una federación de partidos territoriales y deja a los miembros de la comisión ejecutiva reducidos a unos empleados de oficina". Los integrantes del grupo de las Navas opinan, sin embargo, que dicho órgano es necesario porque la ejecutiva y el comité federal son "organismos muy amplios y poco ejecutivos".

En cuanto a la votación individual para elegir a los dirigentes del PSOE, Solchaga dijo que la puesta en práctica de dicha fórmula "es complicada porque puede abrirse un proceso asambleario". Sin embargo, Rodríguez Ibarra se mostró favorable a la misma porque "es una fórmula más democrática" y afirmó que así se lo había hecho saber a Felipe González. La fórmula, debatida el sábado por el grupo de las Navas, había sido adelantada hace unas semanas por los militantes socialistas Manuel Escudero, Miguel Ángel Quintanilla y Ramón Vargas-Machuca.

El ministro para las Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, y el presidente andaluz, Manuel Chaves, se manifestaron ayer partidarios de la creación del órgano intermedio entre la ejecutiva y el comité federal.Reuniones mensuales

Mientras que Saavedra afirmó que este órgano, similar al que ya funciona en otros partidos socia listas europeos, "podría reunirse mensualmente para hacer una valoración política y trazar unas directrices que luego desarrolla ría la ejecutiva federal", Chaves lo calificó como una mera "posibilidad". El presidente andaluz añadió que el debate abierto en el PSOE "no debe centrarse en cuestiones organizativas que no tienen ningún interés para el ciu dadano", aunque abogó también por que las decisiones en el con greso socialista se tomen "sobre la base del voto individual". Saavedra insistió en que la fórmula de elección de la ejecutiva debe ser reformada e indicó que, con la creación de este nuevo órgano intermedio, "no se trata de democratizar el partido, sino de hacerlo más eficaz".

Por su parte, Chaves reclamó sin reservas un mayor protagonismo interno en el PSOE de los secretarios territoriales y presidentes autonómicos "para que puedan jugar un papel mucho más definido y concreto del que han jugado hasta ahora".

Respecto al papel que debe desempeñar Alfonso Guerra en el PSOE, el presidente andaluz dijo: "Alfonso Guerra es una persona que hace falta al partido y tiene que jugar un papel dentro del partido. El debate no se abre para echar a gente sino para tratar de resolver los problemas que interesan a la sociedad". El ministro de Exteriores, Javier Solana, añadió: "No puedo decir cuál será el resultado del congreso, pero Alfonso Guerra seguirá teniendo una posición importante en el partido".

Por su parte, la Comisión Ejecutiva del PSC presentó ayer un documento en. el que propone profundizar en el autogobierno de Cataluña "por la vía del federalismo", mediante una nueva interpretación de la Constitución y del Estatuto de Autonomía.