Las bicicletas ruedan con crespones

El tradicional paseo dominical de las bicicletas por el corazón de Madrid fue ayer una marcha fúnebre. Un centenar de ciclistas se puso de luto y lució crespones para protestar contra un verano trágico. Cuatro personas han muerto atropelladas en los dos últimos meses cuando pedaleaban por las calles de la capital. Y en lo que va de año la Federación Madrileña de Ciclismo denuncia que ya se han producido 92 accidentes de bicis, con un saldo de 94 heridos. La marcha de protesta, convocada por el Club Cicloturista Pedalibre y la Asociación Ecologista para la Defensa de la Naturaleza, recordó las reivindicaciones de los ciclistas. Reclaman desde hace años la creación de carriles-bici para que sus máquinas circulen a salvo del tráfico urbano. Para Fernando Mohíno, portavoz de los organizadores, "Ias víctimas no pueden quedar en el olvido, porque algunos accidentes se podrían haber evitado si al menos Madrid tuviese plataformas reservadas, como las que ya existen en otras ciudades".Los ciclistas partieron a las 10.30 del parque del Retiro y pedalearon lentamente por la calzada lateral del paseo de la Castellana hacia el centro histórico de la ciudad. A pesar del fluido tráfico dominical, un coche estuvo a punto de chocar con un ciclista. "Sustos de éstos tengo a miles", se indignaba José, un estudiante de 27 años que aún confía en que las bicicletas sean algún día una alternativa al automóvil en las grandes ciudades. Madrid no es Amsterdam, donde los coches frenan en seco nada más oír el timbre de una bici. Pero España tampoco es Holanda. La Dirección General de Tráfico reconoce que 1992 fue un año negro para las bicicletas. En las zonas urbanas fallecieron 31 ciclistas, y otros 102 perdieron la vida en las carreteras. Mientras las muertes por accidente en vehículos a motor se reducen poco a poco, cada vez hay más tubulares aplastados sobre el asfalto.

Por ahora, todo son problemas para los ciclistas. Si quieren pedalear sin peligro por el campo tienen la posibilidad de coger el tren y alejarse de las autopistas. Pero sólo se tiene la seguridad de rodar por una línea férrea de largo recorrido después de facturar la bicicleta como equipaje.

Sin embargo, aunque la presidenta de Renfe, Mercè Sala, asegura que se puede llevar la bici en las plataformas de los trenes de cercanías, muchos interventores impiden que las máquinas viajen a bordo o exigen pagar un suplemento.

En Madrid, los ciclistas sólo poseen un circuito cerrado los días festivos en la Casa de Campo y unas pocas calles vedadas al tráfico. El resto de la semana, deben arriesgarse y sortear a los coches. Sin embargo, en Barcelona es posible desde 1990 llevar la bici en el metro los días festivos para salir a rodar fuera de la urbe. La Ciudad Condal cuenta, además, con un carril-bici permanente a lo largo de tres kilómetros de la Diagonal. Esta vía para ciclistas dispone de 26 semáforos especiales y 32 vados.