El Atlético esquiva la primera crisis
El técnico Jair Pereira vuelve a España pese a su depresión por la muerte de su madre y el asesinato de su hijo
Jair Pereira vuelve a Madrid. Así lo anunció ayer, para tranquilidad de la familia rojiblanca. El entrenador del Atlético abandonó a toda velocidad su domicilio madrileño la pasada semana tras recibir la noticia de que su madre había fallecido víctima de una crisis cardíaca. Pereira entrenó por la mañana y voló con urgencia por la tarde. Encajó mal el golpe: unos meses atrás, su hijo de 18 años había muerto asesinado en una parada de autobús de Río de Janeiro por intentar resistirse a un atraco. Jesús Gil y sus colaboradores vieron varias veces las lágrimas en el rostro de Pereira. Por eso, sospecharon lo peor cuando comprobaron que el técnico había abandonado Madrid con todas sus pertenencias, incluidas las toallas. Más que un viaje temporal, aquello parecía un traslado definitivo, un viaje sin retorno. No es el caso: Pereira vuelve. El Trofeo Ramón de Carranza es su próximo objetivo.Pereira reveló ayer a EL PAÍS en conversación telefónica desde Río que se encontraba ', más animado". Alejado de toda la actualidad futbolística vívida en España, el entrenador brasileño aprovechó su primer contacto con Europa para interesarse por su equipo: "¿Qué ha hecho el Atlético con el Sao Paulo?". Fue así como supo que sus hombres habían ganado el Colombino con goles de Luis García y Kosecki, aunque se confundió de rival: no fue contra el equipo brasileño, como él pensaba, sino contra el Sampdoria (21).
Gil, tranquilo
Unas horas antes de que Pereira confesara su intención de volver, Gil, recluido en su despacho de Marbella, aseguró desconocer las intenciones de su entrenador: "El hombre está abatido. Se siente culpable por la muerte de su madre. Cada vez que hablábamos de los hijos o de cualquier tema familiar se echaba a llorar. No sé si va a volver. Si vuelve, perfecto, y si no, pues no pasa nada. Por suerte o por desgracia, nadie es imprescindible".Gil se mostró en todo momento confiado del retorno de Pereira, a pesar de la falta de noticias. "No he movido un dedo para buscar otro entrenador, porque él sabe que tiene que proseguir el trabajo iniciado. Es un tema que no me preocupa, pero si sabéis algo nuevo, avisadme", manifestó ayer tarde.
El presidente atlético no sabía nada de su entrenador desde la semana pasada. El sábado, en vista de que Pereira no daba señales de vida, pidió a Rubén Cano, el secretario técnico del club, que contactara con él para conocer sus intenciones. Fue entonces cuando el técnico puso fecha a su regreso. "Rubén lo ha visto algo mejor que en los últimos días. La verdad es que estaba muy mal. En ningún momento nos dijo que no pensaba volver, pero lo cierto es que hablabas con él y se ponía a llorar. Es muy fuerte que te maten al hijo por unas perras en plena calle. Y ahora, lo de su madre. El hombre se sentía muy mal por no haber estado junto a ella. Lo que tiene que hacer ahora es traerse a su mujer y a sus hijos", añadió.
Durante el fin de semana, en el club se llegó a pensar en la necesidad de buscar un nuevo técnico. "Yo con Cacho Heredia me llevo muy bien", señaló Gil. El propio Heredia no fue capaz de clarificar la situación cuando fue interrogado por varios informadores tras la conclusión del Torneo Colombino. "Yo no sé nada y, pase lo que pase, la decisión deben tomarla los directivos", comentó.
La vida del técnico rojiblanco ha sido un calvario desde la violenta muerte de su hijo. La noticia no había trascendido en España porque el propio Pereira.intenta evitar siempre comentar lo sucedido. Ni siquiera lo hace con sus más cercanos colaboradores. Sin embargo, cuando el tema aparece, su rostro se ensombrece. Gil y Rubén Cano son testigos de sus lágrimas.
La oferta del Atlético le llegó en el momento oportuno. Un cambio de aires vino bien a la familia. En Rio se quedó su madre, que prefirió no participar de la aventura. Ahora Pereira se siente culpable de que muriera sin su compañía. Su madre sufría una dolencia cardíaca desde hace tiempo. Durante estos días por la cabeza del técnico han pasado muchas cosas.
Finalmente ha optado por volver. "Estoy haciendo las maletas. El miércoles, a primera hora estaré por allí", confirmó ayer a EL PAÍS. No quiso, en cambio, hablar de su drama. Se limitó a decir: "Estoy mejor, gracias". Las primeras noticias de su equipo las tuvo ayer. Así supo que el Atlético había ganado el Colombimo y que los goles fueron de Kosecki y de Luis García. "¡Qué bien!", se limitó a decir. Luego pidió la alineación.
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