Aguas turbias
La Bolsa española registró en esta última sesión una serie de convulsiones que indican la ausencia de motivos concretos en la mejora de las cotizaciones. Las fuertes subidas de los días anteriores han dado paso a comportamientos dispares que hacen aún más difícil el pronóstico a medio plazo. La divulgación del buen comportamiento del mercado en la sesión del miércoles atrajo a un dinero fácil que se quedó con el papel más caro en lo que habitualmente se llama distribución, lo que hizo que el índice rozara el nivel del 294% para pasar inmediatamente a acusar un lógico exceso de órdenes de venta. Las tomas de beneficios en la mayoría de los mercados europeos utilizaban como excusa el ya habitual mensaje de prudencia del Bundesbank, al tiempo que Wall Street quedaba como en suspenso al conocer el incremento del déficit comercial y de las demandas de subsidio de desempleo.El brusco cambio que sufrían los mercados se debe, en realidad, a un exceso de optimismo provocado por una serie de coincidencias que tan sólo afectan al mundo financiero. No obstante, el mensaje de prudencia del Bundesbank sobre las bajadas de tipos choca con el hecho de que el Banco de Portugal redujera en un cuarto de punto el precio del dinero a un día.
El índice general llegó a ganar 3,43 puntos, después perdió 1,35 y, tras un par de horas de estabilidad, cerró la sesión con una subida del 0,52%, 1,5 puntos, y con un volumen de 32.147 millones de pesetas. El Ibex 35 ganó un 0,76%.
