Cason, favorito para los 100 metros de hoy
Cason es el hombre. Descubrió las cartas por la mañana y por la tarde insistió. Su tiempo (9.96 segundos) es el mejor del año, pero sobre todo es puñetazo a sus rivales. Carl Lewis reiteró sus flaquezas en la parte inicial de la carrera, una debilidad que rebaja su opción en la carrera decisiva. Cason, la alternativa generacional que espera la velocidad a la hegemonía de Lewis y Christie, actuó con la convicción y la dureza de los que se saben ganadores. Sólo las secuelas del desgaste físico pueden rebajar sus posibilidades en la final, pero en este momento la banca está de su parte.
Desde la sombra llegó Cason. Había desaparecido después de su exhibición en las pruebas de selección estadounidense. Se dudaba de su estado de forma y se cuestionaba su experiencia en competiciones de gran rango. Cason acabó con, las especulaciones de un plumazo. Por la mañana, hizo 10.08; por la tarde, 9.96. Cualquier pregunta sobra. Es el favorito. Por detrás sólo aparece la sombra tenaz de Christie, siempre consistente. A Lewis le sostiene ahora su leyenda y su habilidad para intimidar a sus adversarios. Pero los datos están en su contra: fue el más lento de los favoritos, con 10.´11 segundos.Cason cambió los términos del debate en las dos primeras eliminatorias. Era el candidato ideal. Sin experiencia en Mundiales o Juegos Olímpicos, rebosante de adrenalina, Cason decidió inscribir su candidatura al triunfo desde el primer momento. Lewis le contestó a medias por la mañana y Linford Christie lo hizo de forma rotunda por la tarde. El campeón inglés ganó su carrera de cuartos de final con una marca (10.01 segundos) que le devolvía el crédito de ganador. Pero volvió el pequeño Cason, con su increíble frecuencia de zancada y una solidez en todos los aspectos de la carrera. Logró el mejor tiempo del año y la mejor marca de su carrera. Y todo ello en los cuartos de final, cuando se esperaba mucha estrategia y registros sin interés.
Lewis estuvo desastroso en los primeros 50 metros, pero se amparó en su prodigiosa aceleración para ganar su serie en los cuartos. Sin embargo, su actuación tuvo demasiados puntos vulnerables, aunque nunca los suficientes para descartarle. Durante toda su vida como atleta Lewis ha sabido encontrar el hueco para imponer sus leyes en la final. Ahora parece más dificil que nunca.
La primera eliminatoria había llevado el apacible ritmo que se esperaba. Nadie quería destaparse. Christie, Fredericks y Mitchell jugaron al escondite en todo momento, con marcas de medio pelo. Así es la política de los 100, donde el póker vale tanto como la velocidad en las dos primeras eliminatorias. Faltaba el velocista joven, sin referencias en la gran competición y con una buena carga de ambición. Alguien como Cason.
Su carrera zanjó todas las cuestiones sobre su verdadero estado. En las pruebas de selección del equipo estadounidense, Cason se elevó sobre toda la armada americana con tres carreras por debajo de los 10 segundos, siempre ayudado por el vendaval. Pero su rastro se difuminó en las reuniones europeas, donde nunca se aproximó a Burrell o Christie. Su caída de tensión despertó sospechas, ante la posibilidad de una jugada estratégica. En las serie matinal quedó confirmada la tesis: Cason quería el factor sorpresa, un poco a la manera de Ben Johnson. Venir desde atrás, golpear y meter el miedo en el cuerpo de sus adversarios. El golpe de efecto sólo tendría sentido con una gran marca. Cason cumplió todos las condiciones de su táctica en una carrera explosiva desde el primer metro. Y lo repitió después.
El talento
32 años, 1,88 metros. 80 kilos. Plusmarquista mundial de 100 metros (9.86 segundos). Mejor marca del año: 10.07s. El mayor talento en la historia de la velocidad. Tiene la experiencia de su lado en un año donde sólo el nigeriano Effiong ha bajado de 10 segundos. Supremo competidor en las grandes ocasiones. Se segunda parte de la carrera es inigualable. Pobre habilidad en la salida, un aspecto que daña sus posibilidades. No ha ganado ninguna prueba de 100 metros esta temporada, pero asegura que se encuentra en la misma condición que en Tokio.
La regularidad
27 años. 1,74 metros. 72 kilos. Tercero en los Mundiales de 1991 y en los Juegos de 1992. Mejor marca personal: 9.91 segundos. Mejor marca del año: 10.12.Desde 1988 figura en el club de grandes velocistas. Gran regularidad en la alta competición. Le falta carisma y la pequeña cuota de clase para ganar en las grandes citas. Le gusta la tensión y suele arriesgarse. En Tokio estuvo a punto de ganar la final tras apurar la salida y ganar un metro de ventaja. En Barcelona repitió la historia. Enemigo declarado de Lewis, se siente motivado frente a él.
La alternativa
24 años. 1,70 metros. 69 kilos. Plusmarquista mundial de 60 metros: 6.41 segundos. Mejor marca personal: 9.92s. Mejor marca, del año: 10.03s. Ofrece la alternativa generacional y un modelo contrario a los especialistas grandes y poderosos como Lewis y Christie. Está en la línea de los velocistas de bolsillo, como Mel Pender en los años 60 y Houston McTear en los 70. A diferencia de ellos, sabe alargar la carrera hasta los 100 metros. Es una pila de energía y dinamismo. Ha logrado recuperarse de una grave lesión en el tendón de Aquiles.
La concentración
33 años. 1,89 metros. 78 kilos. Campeón olímpico en 1992. Plusmarquista europeo (9.92 segundos). Mejor marca del año (10.03). El más veterano entre los favoritos, aunque comenzó en 1985. Nació en Jamaica, pero vive en Inglaterra desde niño. Representa en el atletismo lo que Rominger en el ciclismo: duro, tenaz, valiente y con una progresión tardía. Su capacidad de concentración en las finales es tremenda: no le afecta, la presión. Aprovecha al máximo los errores técnicos o psicológicos de sus adversarios. Tiene el físico más poderoso.
F. FREDERICKS La serenidad
25 años. 1,78 metros. 70 kilos. Subcampeón olímpico de 100 y 200 metros en 1992. Mejor marca personal: 9.95 segundos. Mejor marca del año: 10.04. Es el hombre tranquilo. En una tribu donde domina la agresividad, Fredericks se caracteriza por su serenidad. Su estilo desborda elegancia. Sedoso y ligero. Maniobra con eficacia en los últimos metros. Le falta un punto de aspereza en las grandes competiciones, pero es capaz de batir a cualquiera en su mejor día. Parece más dotado para los 200 metros, donde hace, valer su talento para progresar.
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