Curtidos en la carencia
El voleibol es un deporte muy curtido en crisis económicas. "Estamos en crisis permanente y por eso no la notamos tanto ahora", cuenta el director técnico de la federación catalana, Manuel Moreno. Este año se ha disuelto uno de los equipos femeninos con mejor historial, el Español, y en años anteriores sucedió lo mismo con otros clubes masculinos como el Alpe, el Sant Cugat o el Bomberos.También es curioso el caso del rugby. Los presupuestos de sus clubes son tan modestos que no propician que ninguno de ellos renuncie a la máxima categoría. Sin embargo, su actual campeón, el Xerox de Getxo, acaba de amenazar con la retirada debido a que el ayuntamiento de su ciudad- no le permite instalar una caseta en las fiestas patronales.
El ciclismo, equilibrado
Uno de los escasos deportes que parece haber llegado a un punto de equilibrio es el ciclismo. La continuidad de los siete equipos profesionales está practicamente asegurada a pesar de las incógnitas que se ciernen sobre algunos de sus patrocinadores, especialmente el Seguros Amaya. Pero hay quien recuerda que en su día llegaron a haber hasta 11 escuadras profesionales españolas y que, en la actualidad, muchos de esos equipos cuentan con una larga relación de corredores extranjeros.En deportes individuales como el automovilismo y el motociclismo tampoco funcionan mucho mejor las cosas. Jordi Gené tuvo que desistir de su intento de pilotar un Fórmula 1 tras el fracaso del proyecto Bravo, en el que se quería involucrar a una serie de empresas españolas. Joan Garriga y Carles Cardús, dos de los mejores pilotos españoles en el Mundial de motociclismo, han tenido que echar pie a tierra también por falta de patrocinadores.
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