González delega tareas en Serra para dedicarse más al partido

LUIS R. AIZPEOLEA, El presidente del Gobierno, Felipe González, pretende dedicar, en esta nueva etapa de la vida política, más tiempo a su partido, a la comunicación con la sociedad y a centrarse en los temas de peso de su Ejecutivo como el pacto social. González ya lo anunció durante la campaña electoral, y el nuevo Gobierno con un aumento del poder del vicepresidente, Narcís Serra, y la creación del Ministerio de la Presidencia- está diseñado con el objetivo de que el máximo líder socialista tenga las manos más libres.

Como muestra, González departirá hoy con cientos de militantes del PSOE en Portugalete (Vizcaya), en un acto de homenaje al veterano socialista Eduardo López Albizu, Lalo, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento. En los últimos meses, el secretario general ha prodigado sus contactos directos con la militancia socialista en actos en Magaz de Pisuerga (Castilla y León), Mérida (Extremadura), Toledo (Castilla-La Mancha), Madrid y Barcelona. Esta misma semana se comprometió ante el secretario general de los socialistas gallegos, Antolín Sánchez Presedo, a participar activamente en la campaña de las elecciones autonómicas del 17 de octubre.

González pretende con estos contactos tomar el pulso a las bases de su partido y tener una relación más estrecha con la sociedad española, tras la otapa anterior en que estuvo dedicado casi de lleno a la política internacional. En esa etapa, González delegó esta tarea en su vicepresidente, Narcís Serra, que durante sus viajes a las agrupaciones socialistas "echó las bases de un discurso nuevo, adaptado a los tiempos", según fuentes socialistas. "Con la presencia directa de González, ahora se trata de dar un paso más e implicar a la militancia, con la fuerza de su liderazgo, en la renovación del partido".

La proximidad del congreso del PSOE no es ajena a esta mayor presencia de González en el partido. Así, su visita hoy al País Vasco tiene cierto simbolismo. El secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Ramón Jáuregui, representa la "renovación tranquila" del partido, una modalidad que va adquiriendo peso entre los secretarios regionales socialistas, cada vez más comprometidos en número y dedicación al cambio interno en el PSOE. González trata también de compartir con el socialismo vasco su victoria en las elecciones legislativas del 6 de junio, inédita desde 1982.

Contactos con los militantes

El deseo de González de disponer de más tiempo para aumentar su comunicación directa con la militancia del PSOE y la sociedad explica la recomposición de su Gabinete. El aumento del peso del vicepresidente, Narcís Serra, con la presidencia de la Comisión Deleg2¡da para Asuntos Económicos, y la creación del nuevo Ministerio de la Presidencia, cuyo titular es Alfredo Pérez Rubalcaba, le permiten delegar funciones. "Con esta doble fórmula, el presidente consigue que le lleguen los temas filtradísimos", afirman fuentes gubernamentales.

El nuevo Gabinete va a retomar los valores de la política y va a dar más peso a ésta que los anteriores, más preocupados por la gestión, según las fuentes consultadas. Asimismo, el diseño está planteado de tal manera que "haya menos compartimentos estancos entre los ministerios y una mayor coordinación porque con la pérdida de la mayoría absoluta, la fluidez en la comunicación del Gobierno entre sí y entre éste y el grupo parlamentario es clave. Cada minis-. terio ya no se puede montar su propio chiringuito".

Este planteamiento se traduce en un estado mayor formado por Serra, Pérez Rubalcaba, Solchaga y Solbes, bajo la dirección política de González, y el asesoramiento del ministro de Exteriores, Javier Solana.