El CDS cambiará de nombre para adoptar la denominación liberal"

El Centro Democrático y Social (CDS), que acaba de optar por no disolverse, pese a haber quedado fuera del Parlamento, cambiará su nombre en el congreso de refundación que tiene previsto celebrar en octubre para incorporar al mismo el adjetivo liberal. Aunque no se ha decidido todavía la nueva denominación del partido, ésta incluirá, además del término liberal, el calificativo de social o progresista

.Rafael Calvo Ortega, presidente del CDS, manifestó ayer que ya hay varias propuestas de cambio de nombre e incluso "indicaciones, que no presiones" de sus socios europeos" para que el partido se denomine liberal. La opinión de los socios extranjeros del CDS viene, avalada por el proyecto de crear a medio plazo un Partido Liberal Europeo, el primer grupo político de ámbito comunitario, del que los centristas españoles no serían sino una federación nacional.

Calvo Ortega confía en el apoyo de la Internacional Liberal y Progresista para rehacer un partido que ha estado a punto de desaparecer. El presidente del CDS se propone viajar en los próximos (días a Bruselas y Lisboa, donde se entrevistará con el primer ministro portugués, Anibal Cavaco Silva. Durante el verano mantendrá contactos con sus colegas, italianos.

La decisión del congreso del CDS, celebrado el sábado, de no disolver la organización "abre una nueva etapa en la vida del partido, al despejar la incertidumbre sobre su continuidad, lo que permite tomar otros rumbos", según Calvo Ortega. En su opinión, las bajas que sufrirá el CDS -procedentes del 24% de los compromisarios que votó por la disolución- "se verán compensadas por las altas".

Suárez, al margen

El CDS mantiene conversaciones con varios grupos de inspiración liberal -como la Federación Socialdemócrata de Luis Lamana, la Unión Liberal de Fernando Chueca Goitia o el Foro de Eduardo Punset-, para incorporarlos a su proyecto. Los centristasno han decidido aún si se presentarán a las elecciones gallegas, previstas para otoño, pero ponen todas sus esperanzas en las elecciones europeas, a celebrar en junio de 1994.

El hecho de que estas elecciones se celebren con circunscripcion única facilita las aspiraciones del CDS, al que la circunscripción provincial ha perjudicado en las legislativas, en las que obtuvo más de 400.000 votos y ni un solo diputado. No en vano, los tres eurodiputados del CDS -Raúl Morodo, Guadalupe Ruiz-Giménez y el propio Calvo Ortega- siguen en el partido.

El líder centrista aboga por la política de alianzas o "agregaciones" con otras fuerzas, "manteniendo la identidad del partido", lo que podría plasmarse en coaliciones preelectorales. Calvo Ortega admite que desconoce la opinión sobre este proyecto del fundador del CDS, Adolfo Suárez, que se mantiene totalmente al margen de la vida de la organización desde que, en septiembre de 1991, el congreso del partido dio la espalda a la candidatura a la dirección auspiciada por él. El optimismo de Calvo Ortega no es compartido por el ex portavoz del CDS en el Congreso José Ramón Caso, quien el sábado anunció su baja en el partido y su retirada de la vida política, al menos temporalmente.

Según Caso, "los españoles creen que los valores básicos del centrismo, como la tolerancia o el diálogo, han sido suficientemente asumidos por las otras fuerzas políticas y han demostrado con sus votos que no consideran necesario que haya un partido de centro independiente".

En su opinión, el CDS "está condenado a ser un grupo marginal o un club de opinión con poca influencia" por lo que piensa que los centristas que quieran "hacer política, en el sentido de incidir en la transformación de la realidad, deben buscar un vehículo adecuado" en algún otro partido. Caso, que ha militado durante 15 años en el centrismo político, asegura que preferiría equivocarse y desea "toda la suerte del mundo" a sus ex compañeros del CDS.