Dos policías, condenados por atar y golpear a un hombre
La Audiencia Provincial de Madrid condenó ayer a siete años de suspensión para ejercer su profesión a dos policías municipales de la localidad madrileña de Boadilla del Monte (15.000 habitantes).La sentencia considera probados los hechos, sucedidos en octubre de 1991, en que los entonces agentes municipales Alberto Muñoz Montes, de 31 años, y Alfonso Fernández Zurdo, de 28, detuvieron sin motivo a cuatro hombres, les golpearon y ataron a un árbol a uno de ellos.
Alberto Muñoz ha sido condenado también a 25 días de arresto por dos faltas de lesiones, y ambos acusados deberán pagar más de medio millón de pesetas como indemnización para sus cuatro víctimas.
Según, relata el auto, el origen de lo ocurrido fue que Ignacio Ramos Llorens y Carlos Pérez de Lama, se habían apoyado en un coche propiedad del padre de uno de los procesados.
En ese momento, los agentes salieron del bar y se dirigieron hacia los dos hombres que se apoyaban en el coche "en un tono amenazante e insultante, sin identificarse como policías, por lo que Carlos Pérez de Lama salió corriendo y consiguió huir, mientras que uno de los acusados se lanzó a perseguirlo por las calles del pueblo.
El otro procesado se llevó detenido a Ignacio hasta las dependencias policiales, donde le esposó a la rama de un árbol que hay a la entrada de las mismas, y adonde acudió también el otro policía tras no poder alcanzar a Carlos Pérez.
Después llegaron a la plaza del Ayuntamiento, donde se encuentran las dependencias policiales, dos amigos de Ignacio y Carlos, quienes al oír que éste les llamaba desde el árbol, se dispusieron a socorrerle. Tras esto, el policía Alberto colocó su pistola reglamentaria en la cabeza de uno de ellos, amenazándole con matarle si se movía.
Un tiro en la boca
La sentencia continúa relatando que cuando Carlos llegó a la plaza y se lanzó en ayuda de Ignacio, Alberto Muñoz se abalanzó sobre él y le dijo "que le iba a dar un tiro en la boca". A continuación, este mismo policía introdujo en las dependencias a los dos amigos que intentaron socorrer a Ignacio, así como a Carlos, al que golpeó en distintas partes del cuerpo con los puños y pies.Después, Alberto Muñoz salió a quitarle las esposas a Carlos, le dio un rodillazo en la cara, lo introdujo donde estaban sus amigos y lo esposé a una silla.
Los cuatro detenidos permanecieron cuatro horas en comisaría hasta que dos guardias civiles, varios guardias jurados y el jefe de la policía de Boadilla comprobaron que ninguno de ellos tenía antecedentes y les dejaron salir.
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