La nueva ola belga

La nueva ola belga de sprinters exhibió ayer su tarjeta de visita en el Tour. Wilfried Nelissen, un especialista flamenco de 23 años nacido en Tongeren y profesional desde 1991, fue el ganador de una etapa espino sa salpicada de caí das. La perla del equipo Novemail hizo gala de una gran adaptación al tortuoso, aunque llano, trazado, y sumó los puntos necesarios en las bonificaciones y en la meta para arrebatar el jersey de líder a Miguel Induráin. Para el navarro fue un hecho sin importancia, previsible incluso. Para Nelissen, debutante en la ronda francesa, un premio tan inesperado como trabajado. "MÍ intención era mantener el liderato, pero ya sabía que con las bonificaciones era diflcil", comentó Induráin."No podía imaginarme algo así, a pesar de que mi director deportivo (Walter Planckaert) me advirtió que, si trabajaba a tope en la prólogo y luchaba por las bonificaciones, era posible un triunfo así. Cuando hoy he ganado los dos primeros sprints, he luchado por conseguir la etapa, ya que sabía que el liderato estaba a mi alcance ", manifestó Nelisen en su recio flamenco mientras toqueteaba en el furgón de prensa su flamante jersey de líder. Pese a no entender el francés, respondió con firmeza a la pregunta de un informador local sobre lo injusto de las bonificaciones: "Son las reglas".

Después de su victoria en la Het Volk, una clásica belga de gran prestigio, Nelissen es la esperanza de un país falto de figuras de peso desde el adiós de Merckx.