El pistolero de tánger

El día en que les iban a coser a balazos, los guardias civiles Juan Júrado y José Cantudo tomaron un café. Como siempre, en la venta Los Pastores, en las afueras de Algeciras. Podía haber sido el último de su vida. Apenas 200 metros más allá, en dirección a Tarifa, un corpulento pistolero francés les frió a tiros."Buenos días. ¿Me permite su documentación?", le preguntó Jurado. Y él, Didier Jacky Gerard Dufour, de 33 años, se echó mano a la cintura y sacó una pistola. "Tengo un arma", dijo, para remarcar lo que era evidente. Y apretó el gatillo cuatro veces. Una semana después, el peligroso delincuente no ha sido capturado. Juan Jurado y José Cantudo entraron de servicio a las seis de la madrugada del pasado domingo. Subieron al Peugeot 309 de la Guardia Civil pensando que aquel día sería como todos los de más: "Coger moritos a puñados" según dice Jurado mientras se retuerce de dolor en su cama de la habitación 103 del hospital Punta de Europa, de Algeciras, mientras su esposa intenta que pruebe un bocado de tortilla.

Nadie les había informado de que un hombre armado merodeaba por la zona, después de haber huido el sábado de la aduana de Tarifa tras intimidar a los agentes con una granada de mano y una pistola.

Después de disparar a Jurado, Dufour fue hacia Cantudo, de 55 años, que acababa de desenfundar su arma para repeler el ataque. No tuvo tiempo. El gigante de pelo rizado le descerrajó tres tiros que todavía hoy le mantienen hospitalizado: uno le atravesó la cabeza, otro el abdomen y el tercero la cadera izquierda. El guardia quedó envuelto en sangre en medio del asfalto y el pistolero no se paró ni a mirarle. Subió al coche de la Guardia Civil y apretó el acelerador 90 kilómetros, hasta llegar a Benahavís, cerca de Marbella (Málaga).

El pistolero Dufour, natural de Plessis-Trévise, a 50 kilómetros de París, miembro de una red internacional de traficantes de hachís, no ha sido localizado. Hasta ahora ha sido estéril el rastreo de la Guardia Civil en Málaga y Cádiz, donde ha distribuido docenas de pasquines con su foto. La policía cree que ha escapado a Francia, quizá con ayuda de amigos pied noir (franceses nacidos en Argelia) residentes en la Costa del Sol.

Laurence Gallien, de 27 años, la compañera de Dufour, fue detenida en la aduana de Tarifa. Ella y el pistolero habían llegado en el barco de Tánger. En su Jeep Cherokee se hallaron dos maletas llenas de frascos de anabolizantes, sustancia que el delincuente utiliza para reforzar su musculatura. "Es un tío cachas", señala un guardia civil. Nadie quiere decir qué ha pasado con la mujer después de haber sido puesta a disposición del juez de Instrucción número 5 de Algeciras.