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Inesperado desfallecimiento de Induráin

El campeón español perdió cuatro minutos en la etapa de los Valles Mineros

El director del equipo Banesto en la Vuelta los Valles Mineros, Eusebio Unzúe, y el ropio Miguel Induráin, atribuyeron a un error de alimentación el desfallecimiento sufrido por el corredor navarro en la etapa de ayer de la Vuelta a los Valles Mineros. "Iba pájara, casi no podía ni pedalear", explicó Induráin, que en los últimos kilómetros de la ascensión al alto de El Puerto, donde estaba la meta, perdió contacto con el grupo principal. Induráin llegó acompañado por su hermano Prudencio, a 4,36 minutos del vencedor de la etapa, el holandés del equipo Lotto, Van de Laer.

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El desfallecimiento de Induráin provocó una sorpresa en los medios cercanos a la prueba, donde se consideraba intratable al corredor navarro. El martes ofreció una exhibición que fue alabada por todos sus rivales y por los directores de equipos. Su paso por la carrera asturiana había sido de gran comodidad, con el sello constante de su superioridad sobre los adversarios. La caída de tensión en el ascenso al último puerto de la jornada dejó perplejo a todo el mundo, sin nadie que fuera capaz de explicar los motivos del desfallecimiento.Las explicaciones vinieron por parte del propio Induráin. El reciente ganador del Giro señaló que "toda la etapa fue muy dura y en los últimos kilómetros he cogido una pájara, con lo que perdí todo lo que había conseguido hasta ahora". El segundo director del Banesto, Unzúe, aclaró que "fue la típica pájara, debido a que no comió en su momento. Fue un descuido. Afortunadamente, con todos los respetos para los Valles Mineros, es mejor que haya ocurrido aquí que en el Tour".

El campeón navarro llegó a pedir comida a su compañero Miguel de Santos, pero ya era demasiado tarde. "También ha influido", precisó Induráin, "que la etapa ha sido muy dura. Se corrió a un ritmo muy fuerte desde la salida, el equipo tiró para anular la escapada de Pelliconi, que era peligroso en la general, y eso hizo que se gastara más fuerzas de lo previsto".

Induráin respaldó el criterio de Unzúe: "Más vale tener un desfallecimiento aquí que en una vuelta grande. La pena es que el equipo trabajó muy bien durante toda la etapa para que yo ganase". Recalcó que hacía bastantes años que no había sufrido una pájara como la de ayer, "aunque todos los corredores las pasan cuando gastan más fuerzas de las que tienen".

El desfallecimiento del campeón español despertó pocos apuros en la escuadra Banesto, donde se vendió en todo momento un mensaje tranquilizador sobre el estado Induráin. El corredor afirmó que no tenía ningún problema físico. "Estoy bien", señaló tras recuperarse en la línea de meta. En ningún caso se relacionaron los problemas de Induráin con las dificultades que atravesó en la ascensión a Oropa, en la penúltima jornada del Giro de Italia, donde Induráin tuvo que ceder ante el ataque del letón Piotr Ugrumov. Al parecer, en aquella jornada el ciclista navarro sufrió un ataque de alergia al polen.

La mayor parte de las cuestiones estuvieron referidas a la posibilidad de una repetición de estos problemas en el Tour, prueba que comienza la semana próxima. Todo el cuartel general del equipo de Induráin restó importancia al asunto y se dio por descartado que el ciclista llegará en un punto óptimo a la carrera más prestigiosa del mundo.

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