"Las elecciones se deciden en los debates televisivos", afirma Pierre Salinger

El teléfono rojo y una intensa actividad en la política estadounidense que incluye el cargo de portavoz de la Casa Blanca durante la era Kennedy, forman parte de la historia particular de Pierre Salinger (San Francisco, 1925). A todo ello cabe añadir 50 años de periodista y varios libros de materia políti ca. "Los debates en televisión son decisivos para que un candidato llegue, a la presidencia", dice el actual director de la cadena. ABC en Europa. Salinger participó esta semana en Barcelona en el seminario Insyt 93 -organizado por la televisión autonómica catalana- sobre la importancia de los informativos en el éxito de una cadena.

"En 1960, los debates en la televisión fueron muy efectivos para que Kennedy resultara escogido. En 1992, los debates entre Clinton y Bush también contribuyeron a la victoria del primero", dice Salinger. El periodista manifiesta el interés que despertaron en él los últimos comicios españoles. "Cuandio vi el primer debate observé que Felipe González tenía serios problemas. Después del segundo estaba claro que continuaría en el cargo. El viernes anterior a las elecciones predije que él sería el ganador".Y para demostrar la importancia de los debates televisivos, Salinger echa mano de un estudio sobre el tema: "La mayor parte de la gente que vio los debates [que se celebraron en 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon] dijo que iba a ganar Kennedy. Pero la mayoría de la gente que sólo oyó los debates en la radio pensó que ganaría Nixon. Ello demuestra que la presencia de la persona, la manera como se exprese en televisión, sea cual sea su discurso, pueden ser muy efectivas".

A partir de la campaña de 1960, que llevó a Kennedy a la Casa Blanca, "la primera cosa que el presidente y yo decidimos es que se tenían que realizar conferencias de prensa en directo a través de la televisión". La intención era muy clara: "Llegar directamente al público para que los espectadores pudieran formar sus propias opiniones y decidir sin estar mediatizados por la opinión de los periodistas".

Televisión y poder

Salinger alerta sobre la relación entre la televisión y el gobierno de la" que la primera no sale nunca bien parada: "A pesar de que cada vez es más frecuente encontrar televisiones privadas, los gobiernos intentan que al menos una de las televisiones del país mantenga una vinculación con ellos". Cuando la televisión se aleja de los gobiernos su mirada llega más lejos y es más honesta; la manipulación gubernamental supone un grave problema".La televisión ha efectuado en los últimos años un importante cambio: los programas estrella, los magazines de entretenimiento que se emitían en la franja del prime time, han cedido su lugar a los programas de contenido informativo. "El presupuesto para elaborar un magazine informativo es sólo la mitad del que se requiere para exhibir un espectáculo", explica. El ejemplo de Salinger arranca del panorama norteamericano, en el que la ABC, la CBS y la NBC se reparten casi el total de la audiencia. "Las tres cadenas tienen un número de espectadores similar e intentan que sus programas informativos sean más atractivos para llegar a un público más amplio".

El ex portavoz de la Casa Blanca sabe cómo provocar asombro entre quienes le escuchan: "Durante la guerra del Golfo, la audiencia de la CNN en EE UU fue sólo del 2% frente al 40% de la ABC. En Europa, la gente cree que la CNN tiene mucha audiencia sólo porque se puede ver en todo el mundo y emite las 24 horas del día".

Este hombre enérgico, amigo personal del escritor Frederic Forsyth, afirma que escribirá un nuevo libro sobre John F. Kennedy: "Creo que nadie conoce la verdad sobre su asesinato [a pesar de que todos los colaboradores del presidente, incluido Salinger, han escrito libros sobre la vida de Kennedy]. Muchas teorías, pero sin ninguna prueba clara. Si algún día sé la verdad, la diré. Pero, de momento, no confío en la información de que dispongo".